Kris Meeke parecía abonado este fin de semana a un liderato indiscutible, tal era el dominio que estaba ejerciendo en la isla de Napoleón. Pero, de pronto, mientras recorría el segundo tramo de hoy, su Citroën C3 ha comenzado a expulsar humo blanco, alertando de una avería en el motor que ha dejado fuera de combate al piloto norirlandés cuando acababa de ratificar una vez más su preponderancia al frente de la general.
En ese momento, Thierry Neuville, que venía en clara progresión respecto a la jornada anterior, forzando la maquinaria de su Hyundai i20 Coupé para apretar las clavijas a Sébastien Ogier, ha pasado al galo por la izquierda y, cuando iba camino de la asistencia de media mañana, se ha visto repentinamente como nuevo líder el rallye. Posición que ha consolidado después, al término de la segunda pasada por el tramo que cerraba la jornada, en el que 'Seb' se ha visto perjudicado por un problema hidráulico que le ha alejado irremediablemente a 39 segundos del piloto de Hyundai.
Mientras tanto, Dani Sordo ha batido con solvencia en la primera sección, ya sí, al Citroën de Craig Breen, y al producirse el abandono de Meeke, se ha internado en posiciones de podio, rodando tercero por 11.7 segundos de margen sobre el Toyota Yaris de Jari-Matti Latvala.
Hayden Paddon ha terminado la etapa en sexto lugar, seguido por el Skoda Fabia R5 de Andreas Mikkelsen, cuya ventaja como líder del WRC2 se cifra ya en más de un minuto.
Nil Solans ha estado a punto de alcanzar también esa diferencia respecto a Terry Folb, su más inmediato perseguidor en la categoría júnior, después de haber sumado un nuevo scratch en el primer tramo de hoy. Pero, durante el resto de la jornada, el catalán ha preferido ser cauto y administrar su renta tranquilamente antes de la última jornada, a la que partirá con un cómodo margen de 25 segundos.