Como cada año, el club KIA Riders ha organizado un recorrido sumamente interesante, diseñado a la medida de las posibilidades de los vehículos asistentes y que tuvo ocasión de adentrarse en zonas hasta ahora desconocidas para el club. Este año se combinó el mar, la montaña y no faltó por supuesto el desierto.
Una caravana compuesta por casi 30 personas y 15 coches entre socios, acompañantes y organización, cruzó el Atlas a casi 2.300 metros de altitud y disfrutó con la espectacularidad de la ruta de las Mil Kasbahs, la ruta del Argan, la de la Miel y la fuerza del Atlántico y el salvaje litoral marroquí. Fiel a la tradición, tuvimos ocasión de disfrutar de una noche inolvidable bajo las estrellas en el campamento que cada año KR monta en exclusiva en el desierto. Este año la caravana durmió entre las palmeras del oasis de Fint.
Como colofón, una año más, tuvo lugar el acto solidario con las niñas y niños marroquíes. Un acto a flor de piel en una escuela bereber cercana a Taroudant, la pequeña Marrakech, en el que la caravana entregó el material deportivo escolar que cada año aporta la ONG Esport Solidari Internacional a tal fin, así como el material donado por cada socio a nivel particular.
