Hay un problema cíclico que atenaza a los distintos campeonatos de rallies. Muchas de las categorías que se crean surgen con la loable intención de aminorar costes y proporcionar a los equipos privados un coche con una relación prestaciones/precio razonable. Pero a medida que las marcas apuestan por ella y empiezan a sucederse las evoluciones, los costes vuelven a dispararse.
Así ha sucedido con muchas de las categorías, incluidas las de los Súper 2000, los RRC y los R5. La solución a esta espiral cíclica puede ser la nueva categoría R4 que, basada en los principios de los Maxi Rally argentinos o N5 españoles, debe aportar un poco de sentido común como paso intermedio entre los R3 (e incluso los de Producción) y los cada vez más prohibitivos R5.
Como los Maxi Rally, los nuevos R4 FIA van a basarse en un kit adaptable a distintos modelos y marcas de coches. Esto aporta otra ventaja y es que al no circunscribirse sólo a los fabricantes que cuentan con modelos R5 ‘carreras cliente’ se abre la puerta a otras marcas y otros coches. Es decir, la oferta es mucho más amplia y cabe la posibilidad de que equipos y pilotos privados puedan a traer a nuevos constructores sin tradición en el mundo de los rallies. La FIA establece como condición para que un modelo pueda integrarse en esta categoría el que se fabriquen más de 2.500 unidades en un periodo de un año.
Igual que los N5, el kit se basa en un motor 1.6 sobrealimentado, una caja de cambios secuencia de cinco velocidades y un sistema de tracción total. Para que sea económico y fiable, el motor está muy próximo al de un coche de estricta serie y hay muchos componentes que sirven tanto para tierra como para asfalto.
También exactamente igual que los N5 españoles, sus características técnicas y su desarrollo está dirigido a que las prestaciones de los R4 FIA estén un peldaño por debajo de los R5. Concretamente, un segundo por kilómetro más lento, según Oreca. La FIA está estudiando la incorporación de esta categoría en el Mundial de Rallies.
La Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA) ya está en contacto con Oreca de cara a agilizar el proceso de homologación de los vehículos que será responsabilidad de la empresa francesa, de la FIA y de la propia federación nacional. Miguel Fuster será el primero en conducir uno de estos coches, ya que Renault Sport ha sido el primero en apostar por esta fórmula en el nacional de rallies con un Renault Clio R4. Lo ensamblará RMC Motorsport.
La FIA ha querido que el montaje de ese kit desarrollado por Oreca sea lo suficientemente sencillo de montar como para que sea una tarea ‘accesible’ para equipos que no tienen mucha experiencia en la construcción de un coche de competición. Con ello y con una cierta libertad en determinados componentes (pero siempre de acuerdo con los requerimientos de la FIA para su homologación), también se busca abaratar costes. Carrocería, chasis, protecciones, suspensiones y puesto de conducción están entre ellos.
En lo que respecta al motor, el kit de Oreca incluirá el colector de admisión y el colector de escape, el cuerpo del acelerador, el turbo, la ECU, la instalación eléctrica, el alternador, la bomba de la dirección asistida y el embrague, entre otros componentes. Este propulsor, alimentado por gasolina de 98 octanos, proporcionará 263 CV de potencia y 39 mkg de par máximo. El mapa de motor es específico para rallies y la electrónica, de Magneti Marelli (SRG-340) es idéntica a la de muchos de los actuales R5. Dice Oreca que el software dispondrá de varios mapas seleccionables y que la adquisición de datos será opcional.
El apartado de transmisión comprende árboles de transmisión, caja de cambios y diferencial posterior. Estos dos últimos componentes son idénticos a los de un R5. Suspensiones, sus anclajes para unirlos al chasis, frenos, depósito de gasolina con bombas internas también forma parte de este kit que se podrá entregar con planos en 3D, una guía para la carrocería, estructura de seguridad y montaje eléctrico, así como un manual de montaje y mantenimiento.
