Allá por el mes de mayo, cuando el Rallye Islas Canarias, todo hacía presagiar que la contienda nacional se mantendría inconclusa este año hasta los ecos finales del campeonato. Desde luego, la igualdad que caracterizó las primeras citas del calendario así lo denotaban. Sin embargo, el curso que han seguido los acontecimientos, principalmente, en las dos últimas citas asturianas, ha propiciado un cambio de tendencia tan acusado que, a falta de tres citas para concluir la temporada, el título se puede dar ya casi por sentenciado a favor de Iván Ares.
Sobre todo, teniendo en cuenta que su único oponente, el campeón en título, Cristian García, aquel que parecía destinado a amargar la temporada al gallego cuando terminó el Villa de Adeje, se ha bajado ya del carro del campeonato tras los abandonos del Ferrol y el Princesa, y el paupérrimo resultado que registró en Llanes.
Ares, líder indiscutible del Campeonato de España desde aquel sábado de mediados de julio que reorientó clarísimamente el devenir del certamen, afronta el próximo sábado el Rallye Santander Cantabria, último enclave norteño del calendario, en una posición de privilegio, sumamente holgada, para certificar antes de las dos citas finales (La Nucía y Madrid) su primer cetro nacional.
Con tres victorias consecutivas, engatilladas del verano para acá, el piloto de Cambre dispone de una clara ventaja sobre Pedro Burgo, que se cifra actualmente en 74.4 puntos. Es decir, que le basta con sumar otros 32 para proclamarse matemáticamente campeón. O lo que es lo mismo: si gana de nuevo en la tierruca (donde lleva sin competir desde 2008, cuando se disputó el Desafío Peugeot con Alberto Monarri), o se clasifica segundo, tanto de la general como del TC Plus, dejará el campeonato sentenciado.
Así las cosas, el coruñés puede permitirse el lujo de correr sin presión. En cambio, su compañero de marca, Surhayen Pernía, se siente en la obligación moral de agradecer el apoyo que ha recibido este año por parte de Hyundai Canarias brindando una victoria a la filial de la marca sobre el asfalto de su comunidad natal. Un terreno tremendamente deslizante desde tiempos inmemoriales, donde, además, está previsto que caigan intensas lluvias en el transcurso del fin de semana.
Se esperan, por tanto, unas condiciones similares a las del Rallye Villa de Llanes, en las que habrá que ver si los N5 (tanto los Suzuki Swift de Joan Vinyes y Gorka Antxustegi como el Renault Clio de Miguel Fuster) son capaces de ofrecer un rendimiento tan excelso como el que alcanzaron en manos del andorrano por las carreteras del oriente de Asturias.