Y llegó una de las jornadas más esperadas para los aventureros del Dakar. El recorrido entre Calama e Iquique, quinta etapa de este intrépido rutómetro diseñado por la organización, supuso el primer envite cara a cara con suelo chileno, terreno en el que han comenzado a olisquear el temible aroma del desierto de Atacama. La meseta, una larga llanura rica en sal y rodeada de imponentes volcanes, ha sido el escenario que los participantes han tenido que superar para enfrentarse finalmente a un último tramo de pura adrenalina ya sobre firme arenoso para dar por finalizada esta penúltima etapa antes de la ansiada jornada de descanso.
Con este panorama, ha sido finalmente el piloto portugués Paulo Gonçalves quien se ha adjudicado la victoria de etapa en la que Marc Coma sufre su primer contratiempo en forma de caída. Una circunstancia que el español ha superado sin mayores problemas continuando su andadura en la prueba y lo que es más importante, manteniéndose al frente de la clasificación provisional. Frans Verhoeven y el chileno López Contardo terminaron en segunda y tercera posición, respectivamente. Cyril Despres (KTM) era sancionado ayer noche con 10 minutos de penalización al saltarse un ‘waypoint’ durante la cuarta especial. Este revés sin embargo no ha supuesto cambios importantes en la general donde el piloto francés se mantiene con opciones como segundo clasificado en la general.
Esta quinta etapa ha sacado a relucir lo mejor y lo peor de la esencia del Dakar. En uno de los extremos, el espíritu de solidaridad y camaradería que existe entre todos los participantes. En el otro, las temibles caídas y en consecuencia, el abandono. Y es que la jornada de este jueves suponía la primera incursión en los albores del desierto de Atacama y el primer gran enfrentamiento con la temible navegación, ingredientes indispensables para romper la rutina de un Dakar que hasta hoy se había mantenido dentro de los márgenes establecidos.
En la etapa, Francisco ‘Chaleco’ López conseguía, a priori, su primera victoria de este año convirtiéndose, de nuevo, en profeta en su tierra. Toda una alegría para sus compatriotas, acostumbrados a las machadas de su paisano en un terreno donde el piloto chileno se convierte en protagonista indiscutible. Sin embargo, una rectificación en los tiempos finales daban el triunfo definitivo a Paulo Gonçalves con 2:18 de ventaja sobre el mencionado López y 2:19 sobre el belga Verhooeven. Una confusión que se extendió en un primer instante a la general donde un efímero liderato de Despres era devuelto de inmediato a Marc Coma. El español no había cogido ritmo aún cuando daba con sus huesos en el suelo. Una caída sin mayores consecuencias pero que le ponían muy difícil su tercer triunfo consecutivo de etapa. Esta contingencia se unía a la parada que el piloto de KTM realizaba para auxiliar al francés Olivier Pain que posteriormente tuvo que ser evacuado perdiendo toda posibilidad de continuar en carrera. Sin embargo y tal como recoge el propio espíritu de la prueba, la organización, con buen criterio, restaba el tiempo que Coma había empleado en el auxilio a un compañero. Un tiempo que lo situaba como cuarto clasificado en la etapa de hoy por delante de su máximo oponente.
Mañana más
La jornada de mañana se nos antoja crucial en las aspiraciones de todos los participantes. Aquellos que superen los 721 kilómetros de recorrido, 456 de ellos contra el crono, que tendrán que afrontar entre Iquique y Arica habrán superado el ecuador virtual de la prueba cuyo premio será una más que merecida etapa de descanso. Pero primero remotas lagunas, kilómetros de playas de arena blanca y pintorescos paisajes muy cerca de las fronteras con Bolivia y Perú. La imagen que esta sexta etapa del Rally Dakar presenta a los participantes está dominada por un estéril paisaje desierto y un auténtico desafío para navegantes. Un buen puñado de trampas con pocos puntos de referencia para poner a prueba las verdaderas cualidades de los auténticos aventureros.