Siguiendo los pasos del Opel Insignia GSi, el nuevo Opel Corsa que empezará a comercializarse este verano empleará el motor 1.4 Turbo de 150 CV y 220 Nm de par máximo. Con él, la marca alemana propiedad ahora de PSA quiere cumplir su objetivo de ofrecer “un deportivo de bolsillo”, de ahí que además de su capacidad de aceleración (0 a 100 km/h en 8,9 segundos), este propulsor le proporcione una gran elasticidad: de 80 a 120 km/h en quinta en 9,9 segundos. 
Esta mecánica tiene una potencia específica que supera la barrera de los 100 CV/litro y ha sido desarrollada para ser especialmente divertida de emplear en carreteras trufadas de curvas. Según Opel, con su caja de cambios de seis velocidades y desarrollos cortos, impresionará por su capacidad de empuje en segunda y tercera marcha y por una curva de par máximo muy plana entre las 3.500 y las 4.500 rpm.
El condimento perfecto a ese motor es el mismo chasis deportivo que ya empleó la versión OPC y que, junto a su potente equipo de frenos (identificable por sus pinzas de color rojo) aportan precisión. También su línea más agresiva, con sus características grandes tomas de aire, un capó esculpido, un prominente spoiler trasero y marcadas taloneras en los laterales.
Pero es el frontal lo que más claramente anuncia el poderío del Corsa GSi. Está presidido por una gran parrilla en nido de abeja y el Blitz de Opel colocado en el centro y soportado por dos “alas” realizadas en imitación de fibra de carbono, al igual que las carcasas de los espejos retrovisores exteriores. Los grandes elementos decorativos con el reborde en cromo que conectan visualmente a través de una línea horizontal negra recorren todo el frontal, y junto con los detalles negros bajo el capó, aumentan la impresión de un deportivo pegado a la carretera. Este atlético estilo está presente también en la parte trasera. El marcado spoiler en el borde del techo ayuda a ofrecer más apoyo aerodinámico y la salida cromada del escape está integrada en el atractivo diseño del paragolpes trasero en el mismo color de la carrocería.
En el interior, ese ambiente ‘racing’ se materializa en un baquet Recaro opcional, el volante deportivo, la palanca forrada en cuero y el juego de pedales acabado en aluminio.
