Una aerodinámica única para el I.D. R Pikes Peak

La Pikes Peak International Hill Climb no es una prueba de montaña cualquiera. Aunque su fama arranca décadas atrás, en los últimos años se ha convertido en objeto de deseo de algunas de las principales marcas y su récord en las distintas categorías, un potente argumento para los departamentos de marketing.

Volkswagen Motorsport no ha escapado a esta espiral en un momento de reconversión como fabricante, de ahí que su apuesta sea por conquistar esta cima de las Montoñas Rocosas de Colorado, en Estados Unidos, con un coche eléctrico: el I.D. R Pikes Peak. François-Xavier Demaison, director técnico de Volkswagen Motorsport está también al frente del desarrollo de este vehículo y dadas la flexibilidad del reglamento técnico, él y su equipo están pudiendo explorar nuevos caminos con este vehículo.  

Esto afecta a su aerodinámica que, velocidad al margen, debe hacer frente a unas condiciones poco habituales para un coche de competición. “La salida se sitúa a una altitud de casi 2.900 metros, y la meta está a 4.300 metros sobre el nivel del mar. Allí, la baja presión del aire se traduce en unas condiciones aerodinámicas diferentes a las de un circuito en terreno llano”, explica Demaison.

A diferencia de un circuito, donde las puntas de velocidad pueden ser escalofriantes, en los casi veinte kilómetros del recorrido de Pikes Peak se calcula que el I.D. R alcanzará los 240 km/h. “Por esta razón –explica ‘FX’– nos hemos concentrado en conseguir velocidades de curva óptimas. El chasis entero está diseñado para generar la mayor carga aerodinámica posible, sin causar demasiada resistencia”.

El resultado más impactante de este trabajo es el enorme alerón trasero. “A la altitud a la que se encuentra Pikes Peak el aire a través del que estamos conduciendo es de media un 35% menos denso. Como resultado, perdemos un 35% de la carga aerodinámica en comparación con un circuito a nivel del mar”. Habla Willy Rampf, consultor técnico de este proyecto por su experiencia en la Fórmula Uno. “Ese enorme alerón trasero nos permite compensar una parte de esta pérdida de carga aerodinámica. El imaginativo desarrollo aerodinámico significa que durante la subida seguiremos logrando una carga aerodinámica máxima mayor que el peso del automóvil”.

Para probar y desarrollar muchas de las soluciones que va a emplear el I.D. R, Volkswagen Motorsport usó un modelo a escala (1:2) en un túnel de viento. Los toques finales se añadieron a un chasis de tamaño real en el centro de desarrollo de Porsche en Weissach. Los nuevos componentes fueron producidos en una impresora 3D. “Hemos imprimido alrededor de 2.000 partes, y con este sistema ahorramos mucho tiempo”, afirma el Dr. Hervé Dechipre, quien, como ingeniero CFD de Volkswagen Motorsport, es responsable de la aerodinámica del I.D. R Pikes Peak.

El software de simulación proporcionado por el partner tecnológico ANSYS se usa para calcular el equilibrio ideal. “No podríamos haberlo gestionado únicamente con los datos del túnel de viento, donde no es posible recrear el aire de baja densidad, por ejemplo”, apunta Demaison.

Mientras tanto, todo realizado de la fase de desarrollo ha sido optimizado mediante un programa intensivo de test. La primera prueba en la ruta original en Estados Unidos está prevista para finales de mayo. Será entonces cuando el piloto Romain Dumas y el equipo de Volkswagen Motorsport empiecen la fase final de sus preparativos para el Pikes Peak International Hill Climb 2018, que se celebrará el 24 de junio. El objetivo es romper el récord en la clase de prototipos eléctricos, que actualmente está en 8:57.118 minutos.