Aunque es pronto todavía para saber quiénes y cuántos de los que se han jugado el bigote entre la nieve y el hielo de Montecarlo vendrán a Canarias, de lo que no hay duda es que el francés Bryan Bouffier y su copiloto Xavier Panseri serán los que liderarán el campeonato hasta entonces.
El suyo es un ejemplo de libro de cómo a veces nadar a contracorriente en la elección de neumáticos te puede catapultar a una victoria inesperada. Porque aunque Bouffier se defendió con trazas de gran piloto desde que asumió el liderato en la séptima especial, hasta ese momento no había pasado de la séptima plaza. Loix, Sarrazin, Hanninen, Vouilloz o Basso mantuvieron un ritmo muy fuerte durante esta tercera etapa prácticamente nocturna, pero el tiempo que perdieron cuando la nieve puso el rally del revés, fue demasiado como para aspirar siquiera a plantarle cara al campeón francés.
A lo largo de las cinco especiales del viernes, Bouffier sólo tuvo que controlar de lejos a Delecour hasta que se fue deshinchando por la noche y, desde ese momento, a Freddy Loix, que finalmente evitó el pleno francés de pilotos y coches en el podio de esta cita inaugural del Intercontinental Rally Challenge.
La tercera y última etapa de este 79 Rally de Montecarlo arrancó con el solitario tramo de la mañana de Mountaban-sur-l’Ouvèze-Eyagalayes (29,89 km) en el que Stéphane Sarrazin y su copiloto Jacques-Julien Renucci, se anotaban su segundo scratch en esta prueba a bordo de su Peugeot 207 Súper 2000. Sobre esta especial parcialmente helada en algunos puntos, Bryan Bouffier y Xavier Panseri salvaban los muebles a pesar de ser octavos a más de 20’’ de su compañero de equipo, ya que François Delecour y Dominique Savignoni –todos sobre sendos Peugeot- sólo podía ser décimo.
Era el belga Freddy Loix y su copiloto Frédéric Miclotte, con Skoda Fabia Súper 2000, los que salían más beneficiados al dar un pequeño mordisco a la diferencia con la que Delecour defendía la segunda plaza al volante de su 207 S2000 privado. Fue un buen tramo tanto para Juho Hänninen (segundo a 2,4’’) como para Petter Solberg (cuarto a 4,3’’), aunque perdieron tanto tiempo en los tramos nevados del jueves tarde que ninguno de los dos dependía de sí mismo para medrar en la clasificación desde la sexta y séptima plaza provisional.
Skoda, al ataque
Después de una serie de tres especiales de claro dominio Peugeot, en la décima, la de Moulinet-La Bollène Vésubie (23,41 km) disputada ya de noche, Skoda pasó al ataque. Pero no fue ni el finlandés Hänninen ni el checo Kopecky quienes marcaron el scratch, sino otro francés, Nicolas Vouilloz, campeón del IRC en la temporada 2008. Con otro de los Fabia S2000 oficiales, el octavo clasificado de la general en ese momento se anotaba su primer tramo, pero a lo grande, en el mítico tramo del Col de Turini. A su vez, Loix superaba con autoridad a Delecour, debutante en el IRC a pesar de sus 48 años y de sus quince ‘motecarlos’ que lleva ya a cuestas.
Bouffier era más líder al llevar su ventaja a las 48 segundos sobre el belga mientras su compañero de equipo, Stéphane Sarrazin, superaba a un irregular Guy Wilks, de nuevo quinto de la provisional de un rally que entraba inexorablemente en su fase decisiva.
En Lantosque-Lucéram (18,81 km), en noche cerrad, se sumaba un nuevo ganador de tramo en este 79 Rally de Montecarlo. Cinco autores de scratch distintos en las últimas cinco especiales y esta vez con otro ex campeón del IRC, el italiano Giandomenico Basso y su Peugeot 207 S2000, como protagonistas. Era la mejor forma de desmarcarse de un rally gris para él mientras Bouffier seguía marcando estrechamente a su nuevo rival directo, Freddy Loix. Aquí el actual campeón francés de rallys cedía sólo cuatro décimas de segundo, todo lo contrario que Delecour que se iba a tener que encomendar a los tramos de madrugada para que Wilks y Sarrazin no le pasaran por encima. El británico y el francés se habían vuelto a intercambiar las posiciones debido, eso sí, a los problemas que sufrió el 207 del equipo Peugeot France en la caja de cambios.
En realidad, falsa alarma, ya que embravecido por el hecho de tener a tiro el podio a costa de Delecour y con la caja remendada, en la penúltima especial, la mítica Moulinet-La Bollène Vésubie, Stéphane Sarrazin se hacía con su tercer scratch. Este mejor tiempo a casi medio minuto del veterano piloto le daba el pase a un podio provisional que no ocupaba desde las postrimerías de la primera etapa, la del miércoles. Por delante, sin novedades en el frente: Bouffier se limitaba a calcar el ritmo de Loix a la espera del último y definitivo tramo. Wilks volvía a hacer la goma perdiendo la estela de un Sarrazin imparable pero con Delecour a menos de tres segundos como cuarto clasificado.
Todo queda igual
Bouffier (Peugeot 207 Súper 2000) sólo se dejó ir en el último tramo, sencillamente, porque era mejor amarrar que arriesgar en un rally impredecible como éste. El honor de marcar el último scratch de la edición del centenario correspondió a su compañero en Peugeot France, Stéphane Sarrazin (Peugeot 207 Súper 2000), sin duda la liebre en esta última etapa. El ex piloto de Fórmula Uno y ex de Subaru en el Mundial de Rallys acabó confirmando su tercera plaza por detrás de Freddy Loix (Skoda Fabia Súper 2000) y por delante de Guy Wilks (Peugeot 207 Súper 2000), que finalmente superó a un desfondado Delecour que espera poder volver al IRC en pruebas como Sanremo o Córcega. Sin embargo, órdenes de equipo en Peugeot sacrificaron el podio de Sarrazin -que en principio no tiene un programa definido- en favor de Wilks, para lo que el francés penalizó en el último control horario cayendo a la cuarta posición.
Al margen de ese ‘top five’ a consecuencia de una elección de neumáticos muy conservadora justo antes de que la nevada del jueves, Juho Hänninen (Skoda Fabia Súper 2000) no podía pasar finalmente de la sexta plaza en el rally en el que empieza su defensa del título. Se quedó muy cerca de hacerse con la quinta de Delecour, al que en las cinco especiales del viernes le había recuperado la friolera de casi dos minutos. Tras él, Petter Solberg (Peugeot 207 Súper 2000), cuya trayectoria en esta edición de Montecarlo fue gemela a la del finlandés, aunque en su caso con el agravante de los problemas de alternador en su Peugeot que arrastró a lo largo de esta última etapa y que le llevaron a abandonar a pocos kilómetros de llegar a la meta final.
Su puesto lo heredaba Nicolas Vouilloz (Skoda Fabia Súper 2000), el checo Jan Kopecky (Skoda Fabia Súper 2000) y el italiano Giandomenico Basso (Peugeot 207 Súper 2000), séptimo, octavo y noveno respectivamente.
Clasificación final 79 Rally de Montecarlo
1 Bryan Bouffier (Peugeot 207 S2000) 3h32m55.6s
2 Freddy Loix (Škoda Fabia S2000) +32.5s
3 Stéphane Sarrazin (Peugeot 207 S2000) +51.9s
4 Guy Wilks (Peugeot 207 S2000) +1m19.7s
5 François Delecour (Peugeot 207 S2000) +1m22.4s
6 Juho Hänninen (Škoda Fabia S2000) +1m29.3s
7 Petter Solberg (Peugeot 207 S2000) +3m45.9s
8 Nicolas Vouilloz (Škoda Fabia S2000) +4m47.8s
9 Jan Kopecký (Škoda Fabia S2000) +7m45.9s
10 Giandomenico Basso (Peugeot 207 S2000) +8m46.0s
