Dejen sitio, llega el nuevo Ford Focus

La historia de Ford en los últimos años es la de una marca que va en busca de la perfección en cuanto a diseño. Paralelamente ha habido un desarrollo en el plano tecnológico indudable, pero desde que de su departamento de diseño surgió el prototipo Iosis su evolución estética ha sido espectacular. Cada lanzamiento ha supuesto un pasito más y se puede decir que desde la aparición de la última generación del Fiesta, Ford ha dejado de ser un adolescente destartalado para convertirse en un adulto seguro de su estilo y hasta capaz de marcar tendencia.

Lo demuestra el nuevo Focus, la tercera generación del verdadero niño bonito de Ford y que llega después del fenomenal ensayo hecho con los C-Max y Grand C-Max, modelos con el que comparte buena parte de su columna vertebral estética tanto externa como interna. El Focus de 2011 ya ha empezado a llegar a la red de concesionarios oficiales que la marca tiene en el archipiélago.

Con una longitud de 4.358 mm, una anchura de 1.823 mm y una altura de 1.484 mm, el nuevo modelo de cinco puertas es 21 mm más largo y 16 mm más estrecho y más bajo que el actual Focus europeo. Su batalla tiene 8 mm más, con 2.648 mm. Distancia entre ejes y anchura quedan intactas independientemente de la carrocería, pero la longitud sí varía en el caso del sedán (4,53 metros) y del Sportbreak (4,52 metros), igual que la altura, que en la versión familiar repunta hasta el metro y medio. La capacidad del maletero también va in crescendo desde los 363 litros de la versión estándar, los 475 del tres volúmenes y los 490 de la station wagon.

Quizá lo más llamativo del Focus en particular y de toda la gama que Ford ha renovado recientemente es cómo se ha logrado crear un estilo muy homogéneo sin caer en la burda repetición de frontales, perfiles y zagas. En el caso que nos ocupa, el del Focus III, el morro es su rasgo más identificativo con la calandra enmarcada por dos columnas que se extienden hasta la misma base del spoiler y que, a su vez, parten en tres secciones la gran entrada de aire que alimenta el radiador. Esta configuración se mantiene invariable en las tres carrocerías, pero no así en la versión ST o en la eléctrica.

Visto de perfil, el nuevo Focus comparte un semblante muy cercano al Fiesta o al C-Max, aunque con un diseño más tendido, más afilado. Respecto a la sencillez de líneas de la generación pasada, la silueta del nuevo es una sucesión de líneas de carácter casi en cascada para darle volumen a todo lo largo del coche. Pasos de rueda, línea de cintura, base de las puertas y hasta la prolongación del piloto trasero se resaltan por estas líneas dinámicas. La espalda es la perspectiva en la que las tres variantes de carrocería se desmarcan con su propia personalidad.

Deportividad latente

Según el fabricante, el interior combina una excelente funcionalidad con unos acabados sobresalientes. Lo más sintomático de ese extraordinario salto que ha dado Ford en términos de porte interior es el puesto de conducción tipo ‘cockpit’. Aquí consola central envolvente y el conjunto volante-cuadro se disputan el protagonismo si bien ambos tienen en común la finura en la terminación de cada detalle. Y no hablamos por simples referencias de las imágenes oficiales suministradas por la marca. El nuevo C-Max ya sentó jurisprudencia en este mismo punto, aunque en el Focus con una pátina más deportiva y hasta desafiante. De hecho no hay más que ver la que será la futura versión ST para comprender que la deportividad está latente en el nuevo Focus.

La gráfica del cuadro, la forma poliédrica de los relojes, el volante fenomenalmente rematado, la elección de materiales plásticos de tacto gomoso… El nuevo Focus emana calidad rompiendo definitivamente esa clásica división de los interiores según el país de origen de la marca o, como mínimo, del departamento de diseño: alemán, italiano, asiático y americano.

El mejor piropo que se le puede echar al interior del Ford Focus de 2011 es que es difícil saber si es más elegante que deportivo o al revés, algo que repercute muy positivamente en cualquiera de sus tres carrocerías. Ningún botón, mando o indicador está dejado caer. Ni desde un punto de vista estético ni desde el prisma de la ergonomía, y eso eleva al Focus a una categoría que en diseño y acabados nunca había gozado.

Otra cosa es su rendimiento dinámico. Aquí el Focus siempre había querido ser uno de los compactos más pujantes y desde 1998 se ha ganado la fama de coche divertido de conducir. Para seguir siéndolo o para mantener las distancias con algunos de sus rivales, el Focus de 2011 incorpora de serie el denominado Control de Par Vectorial (o control de reparto de par), una función del ESP que simula la acción de un diferencial autoblocante en curva para mejorar la manejabilidad, el control y la estabilidad.

Los ingenieros de Ford también han revisado y mejorado los innovadores conceptos de suspensión de modelos anteriores, desarrollando nuevos diseños optimizados de la suspensión trasera multibrazo ‘Control Blade’ y el subchasis delantero semiaislado. El diseño de chasis incorpora ahora un sistema de Dirección Asistida Eléctrica completamente nuevo.

La gama de motores incluye lo último de Ford en mecánicas gasolina, es decir, los EcoBoost en versiones de 150 y 180 CV, aunque para ver ésta última habrá que esperar un año más, concretamente hasta que la versión ST vea la luz. El ‘menú’ de propulsores alimentados por gasolina se completa con los 1.6 Ti-VCT de 105 y 125 CV. En diesel, otras cuatro posibilidades: 1.6 TDCi de 95 y 115 CV y el 2.0 TDCi de 140 ó 163 CV.

Además de esta oferta de mecánicas, la nueva gama del Focus III también incorpora equipamientos del programa ‘Ford ECOnetic’ para reducir el consumo y las emisiones de CO2. De hecho, este modelo es el primero de la marca en extender la tecnología Auto-Start-Stop a una significativa parte de su gama, concretamente a todos los vehículos con el motor de gasolina EcoBoost 1.6 y diesel TDCi 1.6, permitiendo que su nivel de emisiones parta de tan sólo 109g/km.

Un equipamiento muy superior

El hecho de que este modelo sea fruto de un nuevo programa de desarrollo global –entendido como mundial- y que el Focus de 2011 vaya a ser lanzado a más de 120 mercados con una coincidencia en componentes del 80 por ciento ha permitido ahorrar costes a pesar de incrementar no sólo la exigencia en acabados, también en cuanto a dotación tecnológica y equipamiento. Según el fabricante, esta inversión “sin precedentes” tiene como objetivo asegurar que el nuevo Focus “consiga un claro liderazgo en el segmento C” al ofrecer a los clientes “una gama de avanzados equipamientos generalmente sólo encontrados en coches más grandes y caros”.

Eso es la teoría, pero ¿y la práctica? Ford cumple su parte al dotar a su primer lanzamiento de 2011 de sistemas inéditos en la marca como el de seguridad a baja velocidad (Low Speed Safety System); el de ayuda al aparcamiento ya visto en el C-Max (Active Park Assist); el de aviso de cambio de carril (Lane Departure Warning); el de ayuda al mantenimiento de carril (Lane Keeping Aid); el de reconocimiento de señales de tráfico (Traffic Sign Recognition); el asistente de cambio de luces largas automático (Auto High Beam); la alerta al conductor (Driver Alert), capaz de detectar repentinas pérdidas de atención y de activar alertas acústicas y visuales y el control de crucero adaptativo (Adaptive Cruise Control).

El Sistema de Seguridad a Baja Velocidad ha sido creado para reducir las probabilidades de sufrir un accidente en condiciones de tráfico denso. Unos sensores infrarrojos monitorizan continuamente la distancia que hay entre el coche que nos precede y nosotros. Si éste frena bruscamente o se detiene dentro de un rango de 12 metros, el sistema activará los frenos para ayudar a evitar el accidente. Incluso, si conduce por debajo de los 30 kilómetros por hora y no reaccionamos a tiempo, activa automáticamente los frenos del coche para ayudar a detenernos.