El segmento de los todocamino se mantiene como una gran reserva natural en la que hay espacio para diversidad de especies y versiones. Los grandes crossover de estilo coupé han proliferado entre las marcas de representación y aunque con algunos años de retraso frente a su competencia natural, Audi tiene turno de réplica con su nuevo Q8.
Su denominación da muchas pistas del rol que va a ejercer en la gama Audi. Por un lado, es el nuevo estandarte de la familia Q, la de los todocamino de la marca; por otro, el ocho lo pone frente a frente con el A8, la berlina de representación de gran lujo de Audi que en su última generación se ha convertido en un verdadero escaparate de su capacidad tecnológica sobre cuatro ruedas. 
Yendo a lo esencial, el Q8 mide 4,98 metros de longitud, mientras el ancho y el alto se sitúan 1,99 y 1,7 metros, respectivamente. Un vehículo por tanto generoso en dimensiones pero al que Audi ha proporcionado un envoltorio extraordinariamente ambicioso. No podía faltar la línea del techo de corte cupé, pero que el Q8 embellece mediante una peculiar orientación de los pilares D, cerrando el ángulo para estrechar el marco que define a la luneta posterior. 
Pero la personalidad de un vehículo la define en buena medida su frontal, su rostro, y el Q8 rompe con todo lo hecho hasta ahora en Ingolstadt. La parrilla singleframe evoluciona definitivamente hacia una forma octogonal y adquiere una presencia desmedida para potenciar su aspecto todocamino. El ancho marco (a modo de máscara) que la subraya hace que los faros delanteros LED - HD Matrix LED como opción-, las amplias entradas de aire de los flancos y los protectores inferiores resalten ese imponente semblante.
La zona posterior más prominente es territorio de los pilotos traseros. A la altura de la línea de cintura, están conectados entre sí por un fino listón iluminado. El perfil se determina por el marco cromado de la zona acristalada, la prominencia de los pasos de rueda, especialmente en la sección posterior, y el gran tamaño de las llantas de 22 pulgadas. Por primera vez en un SUV de Audi, las ventanas no tienen marco.
Un interior totalmente 'virtual'
La distancia entre ejes de casi tres metros determina la gran amplitud de su habitáculo en el que la digitalización juega un papel fundamental. El elemento principal es la pantalla del MMI touch response, situada en posición central y enmarcada por un amplio panel negro que abarca todo el largo del salpicadero. Debajo, otra pantalla permite al conductor manejar las funciones de climatización, confort y de entrada de texto. La instrumentación también es digital y añade el head-up display que proyecta la información sobre el parabrisas. Todo está en perfecta armonía creando una atmósfera solemne y relajada en este interior que carga hacia el lujo con los asientos con función masaje. Los tres traseros pueden ser individuales e incluyen regulación longitudinal.
Acorde con el estatus jerárquico dentro de la familia Q de Audi, el nuevo Q8 tiene entre sus prioridades ofrecer una experiencia de conducción a la altura de las expectativas. Buena parte de esta responsabilidad recae en la tracción quattro y la suspensión con regulación de dureza que son de serie. Audi ofrece opcionalmente la suspensión neumática adaptativa con ajuste de confort o deportivo, que puede variar la altura de la carrocería dependiendo de la situación de conducción y de las preferencias del conductor en hasta 90 mm.
También entre el equipamiento opcional que puede multiplicar el dinamismo del Q8 está el eje trasero direccional, que a baja velocidad permite un ángulo de giro en las ruedas traseras de hasta 5 grados en dirección contraria a las delanteras para mejorar la agilidad. A velocidades elevadas, las ruedas del eje posterior giran en el mismo sentido que las delanteras, para aumentar la estabilidad.
La tracción quattro junto a su arquitectura elevada –254 mm de distancia libre al suelo– y recursos como el control de descenso en pendiente ponen en valor su capacidad para continuar conduciendo más allá de los límites del asfalto.
Tecnología 'Mild-Hybrid'
Todos los motores, tanto el 50 TDI de 286 CV con el que llega inicialmente como el V6 45 TDI de 231 CV y el 55 TFSI gasolina de 340 CV que se incorporarán en 2019 a la gama, buscan la mayor eficiencia para un coche que roza los cinco metros gracias a la tecnología Mild-Hybrid (MHEV). El sistema eléctrico principal de 48 voltios incorpora una batería de iones de litio y un alternador BAS. Durante la frenada, puede recuperar hasta 12 kW de energía que se almacena en la batería.
La tecnología MHEV permite largas fases de circulación en modo de marcha por inercia con el motor desactivado, y permite que el sistema start-stop entre en funcionamiento a 22 km/h. Según Audi, en condiciones de conducción real, esto se traduce en un ahorro de 0,7 litros cada 100 kilómetros de media.
Audi Canarias ha confirmado que en 2019 habrá una versión RS Q8 cuya potencia estará en torno a los 600 CV de potencia.
