Muchos quieren subirse al carro pero pocos tienen argumentos suficientes para poder presumir de haberse adelantado al concepto SUV incluso antes de que este apareciera en escena. Tal como lo concebimos hoy en día y atendiendo a sus siglas (Sport Utility Vehicle) este término se aplica aquellos modelos que combinan la configuración de un todocamino y su capacidad para actuar como un turismo.
De alguna u otra manera, la oferta actual asociada a este término cumple con estos requisitos sin embargo y dada su deriva –provocada esencialmente por el uso generalizado para el trasiego diario- muchos aquilatan sus virtudes para el uso fuera de carretera por la necesidad de ofrecer un comportamiento más confortable y acorde con el que es su hábitat principal.
No es el caso del Suzuki Vitara. En el aniversario de su treinta cumpleaños, el famoso todoterreno sigue fiel a su filosofía original. Revolucionario en su concepción, fusionó por entonces, como explican sus responsables, varias tipologías de coches en un solo automóvil. Por un lado, robustez y capacidad fuera del asfalto y por otro, grandes aptitudes para desenvolverse con soltura por ciudades y carreteras.
Ese mismo espíritu se mantiene cuatro generaciones después y tras más de tres millones de unidades vendidas. El nuevo Vitara conserva en su ADN todo ese bagaje evolucionando para ofrecer una tecnología de tracción total más acorde con las necesidades del cliente actual.
Esta nueva solución se denomina 4WD All Grip, y Suzuki la emplea en tres configuraciones. Pa ra el Vitara se ha escogido la variante All Grip Select con cuatro modos seleccionables –Auto, Sport, Snow y Lock- mediante una rueda giratoria en el túnel central. Ello permite al usuario experimentar con distintos estilos de conducción en función de las condiciones y el nivel de agarre del lugar por donde circula. El control de estabilidad ESP está optimizado para trabajar en conjunto con cada programa de tracción.
El sistema empleado por el nuevo Vitara emplea un diferencial central para repartir la potencia entre los ejes delantero y trasero. A este se añade la función de control inteligente predictivo (Synergetic Vehicle Dynamics Control) que se anticipa al posible deslizamiento monitorizando la superficie de la carretera, la posición del acelerador, el giro de la dirección y el ángulo de guiñada, entre otros factores, para realizar una óptima transmisión de energía entre ambos ejes y compensarlo.
Este sistema también puede actuar sobre la dirección para aumentar la estabilidad. En situaciones como cuando se detecta una tendencia del vehículo al sobreviraje y las ruedas traseras están a punto de deslizar, el Synergetic Vehicle Dynamics Control asiste al conductor actuando en la dirección, con un pequeño contravolante, y en la tracción, asignando más par a las ruedas delanteras.
