DEPORTE
Montaña

Iván Armas, con las “artes” del campeón

  • El Porsche marcó un gran crono: 3.39.227, nuevo récord de esta rampa

El actual campeón de Las Palmas de Montaña, Iván Armas, supo utilizar todas sus “artes” con el Porsche 911 GT3, para dibujar dos ascensiones casi perfectas por el sinuoso trazado versión corta (5 kms) de la prueba a la sombra del Roque Nublo. Fue el único piloto que bajó de 3.40 y aprovechando el buen estado del asfalto e ideal de temperatura en la primera de las dos mangas oficiales, el Porsche marcó un gran crono: 3.39.227.

Este tiempo significaba el fin de un antiguo récord de finales de la década de los 80, en poder de nada más y nada menos que Medardo Pérez con el Lancia. Un registro que demuestra que se trata de la subida más lenta de Canarias, con predominio de las curvas y pocos metros de rectas. Así y todo, Iván Armas afinó todo lo que pudo el pilotaje y acertaba con los neumáticos, para inaugurar su temporada con esta importante victoria en una prueba repleta de aficionados como hace muchos años no se presenciaba, gracias en parte al factor domingo.

Con la superioridad del vencedor, la tensión quedaba para las otras dos plazas de podio. La segunda se la adjudicó el Mitsubishi Lancer Evo X de Miguel Cabral, con una marca de 3.43.207, que también la obtuvo en la primera oficial como sucedió con la gran mayoría de participantes. En la última el calor aumentó y los neumáticos fueron menos eficientes, lo que aumentó el evidente subviraje que sufrió en estas redondas curvas.

Por cuatro décimos se le escapó esa posición a Julio Martínez, que finalmente volvió a subir al tercer puesto del podio con su veterano Porsche 911, en una carrera que se le da siempre bien al joven piloto y que rompe la mala racha de sus actuaciones peninsulares de este comienzo de año.

En los pronósticos iniciales todo apuntaba que los SEAT 600 JTR de José Mari Ponce y Willy Padrón darían mucho juego en esta subida muy favorable a este tipo de monturas. Pero por diferentes causas, ninguno de los dos se vieron cerca del podio y todo quedó en una lucha cara a cara entre ambos pilotos. Ponce un poco mermado por el gripazo que llevaba en el cuerpo salía conforme con el cuarto puesto (3.45.680), pues lo hizo con el coche en modo rallye y todo funcionó bien. En cambio, Padrón tuvo algunos problemas mecánicos que le relegaron de un posible mejor tiempo y firmaba la quinta posición a sólo dos décimas de su rival directo.

En la sexta plaza concluyó Gustavo Bolaños que no pudo firmar un crono mejor ya que parecía que la trasera de su Mitsubishi Evo tenía más prisa que el propio piloto por cruzar la meta, siendo indomable.

Más efectivo y saliendo como ganador de la avalancha de bemetas encontramos en séptimo lugar al joven Cristian Alemán con su M3-E36, que aventajó en seis segundos al otro M3 de Miguel Quintino, octavo a la postre.

El joven José Agustín Calderín volvió a demostrar que lo de Montaña Alta no fue por casualidad y con el veterano R-5 GT Turbo se coló en el noveno puesto, por delante de Miguel Martín y su BMW 325, décimos de la general.

En barquetillas no hubo color porque José Ramón Rodríguez fue el único inscrito y marcó un interesante 3.43.5 con su Speed Car Evo. Igualmente solamente un clasificado en Promoción, Aythami Hernández con un Renault Clio.

En Regularidad Sport destacó una vez más la impecable actuación de los campeones Manuel Hernández y David Bethencourt con el precioso Renault 5 Turbo.

EL HYUNDAI R5, OK 

Además de los 33 clasificados –solamente se retiró Juan Luis Santana-, en Tejeda se dieron cita varios equipos en la modalidad Fórmula Rallye, donde la expectación estuvo en el Hyundai i20 R5 de Toñi Ponce-Rubén González, que probaron su espectacular montura con buenas sensaciones como demostraron los cronos oficiosos en torno a 3.43. También Toñi quiso probar su lesionado pie derecho y eso parece que sigue molestando mucho su pilotaje y tendrá que esperar hasta el último momento para decidir su inscripción para el Rallye Islas Canarias donde quiere estar al cien por cien.

MÁS PÚBLICO QUE NUNCA 

La organización de la Escudería Aterura fue muy correcta y aprovechó el limpio desarrollo de las tres mangas para cumplir con los horarios previstos. El principal escollo fue resolver el exceso de público en algunas curvas que vulneraba la seguridad al igual que los accesos a la prueba que fueron tomados como aparcamientos en todas las carreteras que llegaban a la Cruz de Tejeda, en algunos casos con más de tres kilómetros de filas de coches ocupando los márgenes y huecos disponibles. Esperemos que no se pongan ahora de moda las subidas de montaña domingueras…

 Vicente Travieso

 

 

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