Definitivamente, el belga Thierry Neuville está ya con la elite del Intercontinental Rally Challenge. En cuestión de un mes ha pasado de ser un piloto al que se le había colgado la etiqueta de “demasiado impulsivo” a ser una realidad contante y sonante. Con su podio de Gran Canaria y su intachable victoria del Tour de Corse es, por méritos propios, un aspirante al título.
Como el viernes, Neuville empezó esta segunda etapa algo frío y perdiendo casi nueve segundos respecto a Kopecky, que era segundo. Al llegar a meta se quejaba de que su 207 Súper 2000 estaba demasiado alto y que estaba rebotando mucho, pero sólo un tramo después ya estaba marcando un scratch. En total, a lo largo de este rally marcó ocho de los trece posibles.
Esta etapa empezó con la lucha por el podio entre los tres Skoda Fabia Súper 2000 de Jan Kopecky, Freddy Loix y Andreas Mikkelsen. El piloto checo quiso establecer diferencias desde primera hora marcando el primer scratch en juego, pero por detrás Mikkelsen estrechaba al máximo el cerco sobre Loix, que quedaba a una sola décima. En el segundo tramo de esta última etapa y décimo del rally, el noruego asaltaba el podio, aunque con el piloto de Skoda BFO pisándole los talones.
Sin embargo un pinchazo del Fabia Súper 2000 de Skoda UK fulminó a Mikkelsen y lo condenó a la octava posición, aunque acabó remontando a la sexta gracias en parte al gran ritmo demostrado aquí en Córcega. De hecho le faltó un tramo más para alcanzar a Magalhaes, del que se quedó a 1,9’’. Jan Kopecky repetía por tanto el mismo resultado del Rally Islas Canarias imponiéndose con total autoridad a un Freddy Loix que volvió a desinflarse con el paso de los tramos.
Bryan Bouffier (Peugeot 207 S2000) fue, de nuevo, la cruz en el rally de casa. El oficial de Peugeot Sport Francia había remontado dos puestos después del pinchazo sufrido en el transcurso de la segunda etapa y que le descabalgó de la lucha por el podio. En la penúltima especial había superado a su compatriota Pierre Campana, con otro Peugeot, pero una salida de carretera en Sarrola-Plage du Liamone, el último tramo, lo apeó del rally.
Con Campana en cuarta posición la quinta fue para un Bruno Magalhaes (Peugeot 207 S20
00) más firme en esta segunda etapa. El portugués se lamentaba el viernes de sentir la misma impotencia que en el pasado Rally Islas Canarias y que sin confianza en los tramos rápidos tenía difícil remontar. Hoy llegó a marcar un cuarto mejor tiempo en la última especial, demostrando un ritmo superior a Julien Maurin (Ford Fiesta S2000), que cayó a la séptima plaza final. Aún así, sólo el abandono de Bouffier y el pinchazo de Mikkelsen propiciaron que pudiera acabar en la quinta plaza, su mejor resultado en lo que llevamos de temporada.
Tras Magalhaes, Mikkelsen y Maurin, que quedaron en una horquilla de alrededor de cinco segundos, Toni Gardemeister alcanzó la octava posición en su segundo rally con el Fabia Súper 2000 superando al debutante Patrick Sandell, también con Skoda.
En la IRC 2WD Cup, Pierre-Antoine Gugliemi (Renault Clio R3) confirmó su triunfo inapelable al imponerse por tres minutos a Guy Fiori (Renault Clio S1600) y Stefano Albertini (Renault Mégane RS).
