Todo está preparado para que los próximos 11 y 12 de junio, los dos máximos aspirantes al triunfo absoluto pongan sus cartas sobre la mesa para afrontar el duelo para el que se han estado preparando durante toda la temporada. Más de 5.000 kilómetros en 24 horas, con el acelerador a fondo más del 75 por ciento del tiempo en cada vuelta, será la marca que tendrán que superar ambas formaciones para hacerse con una victoria siempre legendaria. Audi presen
ta el R18 TDI. Peugeot, por su parte, un remozado 908. Ambos, en base al nuevo reglamento que establece, entre otras modificaciones, limitaciones en la cilindrada y un importante descenso de la potencia. Sin embargo, en una carrera tan larga entran en juego muchos otros factores en donde no cabe el más mínimo error. La fiabilidad es la base fundamental de cada uno de estos proyectos en una carrera donde todo debe funcionar al milímetro. Pilotos, mecánica, el trabajo en los boxes, en definitiva, el esfuerzo conjunto será el que al final los eleve al olimpo de la victoria o los arrastra al ostracismo de la derrota.
Los equipos técnicos de ambas formaciones han optado en esta ocasión por presentar un prototipo cerrado para optimizar las ventajas aerodinámicas que permiten este tipo de carrocerías. Una de las claves principales en el caso del Audi R18 TDI es su ligereza, base también de sus vehículos de serie y que se consigue aplicando los principios de construcción ligera en la suspensión, el chasis o la carrocería, introduciendo una nueva variable, la tecnología Ultra en la que el protagonista es la fibra de carbono, material utilizado en la construcción del monocasco realizado de una sola pieza.
Peugeot, por su parte, basa buena parte de su nuevo prototipo en la aerodinámica reduciendo notablemente el coeficiente de penetración para compensar el descenso de potencia impuesto por el reglamento. A ello se une el nuevo motor V8 turbodiesel de 3,7 litros cuyas características son similares a las del V12 utilizado hasta el año pasado. El ángulo entre bancadas es ahora de 90º por razones de equilibrio desarrollando una potencia de 550 caballos. En este apartado Audi ha apostado por un propulsor V6 TDI de 3,7 litros. La estrategia de utilizar un V6 a pesar de que el reglamento permite un V8, no ha condicionado el rendimiento del motor que muestra una potencia de 540 caballos, lo que significa una potencia específica de 145 CV por litro.
Otras innovaciones del Audi R18 TDI son su sistema de luces, por primera vez completamente a base de diodos LED y con un nuevo sistema de refrigeración dinámica que elimina la necesidad de ventiladores. La nueva caja de cambios, ahora de seis marchas, además de contar con una gran parte de componentes realizados en fibra de carbono se activa de forma eléctrica en vez de neumática.
