COCHES
Prueba

Fiat 500 con C de convertible

  • Disponible con sistema Start&Stop y cambio Dualogic.

Aprovechando las últimas horas del día y sobre todo que el termómetro había bajado de los 40 grados, nuestra estancia en Lanzarote con motivo de la presentación del Fiat 500C, sirvió para rememorar viejas andanzas por un entorno de ensueño y de paso disfrutar de la conducción de la versión más exclusiva de las que Fiat España había puesto a nuestra disposición en la isla conejera. Color blanco perlado, techo de lona color vino, interior en cuero de excelente acabado, en la base de la palanca de cambio versaba “Serie Limitada 025/100“. Con estos ingredientes, no fue difícil llamar la atención de la concurrencia. Eso y el detenernos cada 100 metros para aprovechar la poca luz del ocaso lanzaroteño en busca de la instantánea que ilustrase el especial contraste en el que concurrían vehículo y paisaje.

Como se encargaron de aclararnos nada más iniciar la rueda prensa, es verdad que no estamos ante un cabriolet tal y como lo entendemos en la actualidad. Como en la versión del 57, el nuevo 500C rememora un concepto que mejora sus posibilidades, manteniendo intactas todas las características del vehículo en términos de espacio, dinámica y placer de conducción. La denominación exacta es por tanto convertible. La superficie que cubre el vehículo se trasforma en una plataforma deslizante que en tres tramos seleccionables electrónicamente y al antojo del usuario, adopta la posición más idónea en cada situación hasta plegarse en la parte trasera mientras el resto de la carrocería se mantiene inalterable.

La solución no resulta en absoluto descabellada. Con ello se consigue que su comportamiento sea prácticamente el mismo que la berlina, manteniendo la aerodinámica, la habitabilidad y el espacio de carga del vehículo intacto en cualquiera de sus configuraciones.

Probado en las tres posiciones, la primera la podríamos relacionar con lo que entendemos como techo solar. La capota se pliega electrónicamente y se abre hasta dejar al descubierto las plazas delanteras. Con una nueva presión del botón, avanzamos hasta la segunda posición. En nuestra terminología se corresponde con lo que conocemos como techo corredizo. Manteniendo el botón de accionamiento del techo presionado durante unos segundos desde el inicio conseguimos el mismo efecto. Todas estas acciones se alcanzan también pulsado el botón de apertura del mando a distancia. Más llamativo resulta cuando terminamos de plegar el techo. En ese instante, el parabrisas trasero desaparece, manteniéndose visible la tercera luz de freno. La lona queda plegada justo encima del portón del maletero haciendo las veces de alerón trasero. ¿Un cabriolet? Sí, pero con algunas puntualizaciones en las que, por ejemplo, se reducen de forma significativa las típicas turbulencias, manteniendo una confortable estancia en las plazas traseras.

Una vez de vuelta a su posición normal, la capota ofrece un excelente aislamiento acústico y térmico gracias a un preciso cierre hermético. El techo de lona, disponible además de en color rojo, en marfil y negro, combina a la perfección con el resto de tonos disponibles para la carrocería, iniciando un largo camino hacia la personalización llevada hasta el último extremo.

Una vez puestos en antecedente sobre su nueva apuesta por la versatilidad, la oferta de motores se equipara a la ya ofrecida en el modelo de lanzamiento. Con dos versiones en gasolina y dos turbodiésel, en cualquiera de las propuestas presentes estamos ante un auténtico juguete. Su tamaño es su principal aliado y conseguir una respuesta alegre es asumible incluso para la versión básica correspondiente al motor 1.2 8v de 69 CV. La oferta en gasolina se completa con la opción más dinámica que combina prestaciones y mejor comportamiento. El motor FIRE 1.4  16v desarrolla una potencia de 100 CV con un consumo combinado de tan solo 6,1l/100Km. Ambas propuestas mejoran sus cifras relacionados con el sistema Start&Stop y el cambio Dualogic. Una opción que permite gestionar de forma óptima el motor para obtener un mayor rendimiento.  

El motor 1.3 Multijet en 75 y 95 CV son la referencia en cuanto a motorizaciones turbodiésel. Su principal característica es su gran precisión a la hora de controlar el combustible que entra en los cilindros mejorando no sólo el consumo o las emisiones emisiones sino también su nivel sonoro para un mayor confort de conducción.

Dos son las versiones disponibles (Pop y Lounge) cuyas diferencias estriban en otorgar a la segunda un toque de mayor deportividad en el exterior así como un equipamiento más personalizado en el interior cuyos precios oscilarán entre los 13.155 euros de la opción más económica hasta los 17.800 de la versión más equipada.

Autor
Agustín Déniz
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