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A diferencia de las cuatro citas anteriores del Intercontinental Rally Challenge, que con más o menos alternativas estuvieron reñidas, en el Geko Ypres Rally que se ha celebrado este fin de semana en Bélgica no ha tenido otro dueño que Freddy Loix y Fréderic Miclotte (Skoda Fabia S2000). Su dominio ha sido avasallador y a pesar de haber levantado el pie durante buena parte de la larguísima segunda etapa del sábado, la diferencia con el segundo clasificado ha sido de 1:41.6. Era su séptima victoria en su trayectoria en este campeonato.
Y es que tras el de Skoda, todo han sido problemas, algunos derivados de las peculiaridades de los tramos belgas y sus cunetas, que propiciaron multitud de pinchazos. Si no, que se lo pregunten a Guy Wilks y Phil Pugh (Peugeot 207 S2000). Los de Peugeot Sport UK conservaban aún esperanzas de aprovechar algún tropiezo de Loix en esa segunda etapa de doce especiales al acabar las seis del viernes a poco más de medio minuto. Pero todas sus posibilidades se desvanecían cuando pinchaba las dos ruedas delanteras en el décimo tramo, perdiendo más de un minuto y ocho posiciones.
Esto provocó, primero, que Bryan Bouffier y Xavier Panseri (Peugeot 207 S2000) heredara la segunda plaza después de superar a los belgas Pieter Tsjoen y Lara Vanneste (Peugeot 207 S2000) un tramo atrás. Además, con el doble pinchazo de Wilks, Loix convertía en definitivo su liderato al irse a más de un minuto y cuarenta segundos de los franceses.
Tsjoen, a pesar de jugar con el factor campo a favor, se despistó en el enlace hacia el undécimo tramo y golpeó el frontal de su 207 Súper 2000. El belga hizo toda esa especial con el radiador perdiendo líquido y acabó abandonando. Con ello, los holandeses Hans Weijs y Bjorn Degandt (Skoda Fabia S2000) escalaban a la tercera posición, aunque en lucha abierta con los locales Bernd Casier y Francis Caesemaeker (Skoda Fabia S2000). Weijs Junior fue el más entonado, llegando incluso a colarse entre los dos equipos más rápidos en tramo y terminó llevándose ese valiosísimo podio, ayudado también por la baja de Casier por problemas en la dirección asistida a falta de sólo cuatro especiales.
Así, la cuarta posición acabó siendo para los polacos Michal Solowow y Baran Maciej (Ford Fiesta S2000), superando por medio minuto por Guy Wilks, que fue capaz de hacer varios scratch y superar en el último suspiro al estonio Karl Kruuda (Skoda Fabia S2000). Toni Gardemeister, con otro Fabia, fue séptimo imponiéndose a Luca Rossetti (Fiat Grande Punto S2000), otro de los afectados por los insistentes pinchazos. Bernhard Ten Brinke y Robert Barrable completaron las diez primeras posiciones en este Geko Ypres Rally.
Tanto Andreas Mikkelsen como Thierry Neuville se reengancharon a la prueba al empezar la segunda etapa, pero con suerte muy diversa. El noruego demostró una vez más que está listo para jugarse un rally con los tenores del IRC al hacerse con varios scratch sin obligación ninguna de hacerlo. El belga, que ya sufrió una salida de carretera el viernes, volvió a protagonizar otra en la primera especial del sábado.
Madeira se cae del IRC
En todos lados cuecen habas. El Rally Vinho Madeira, que era la envidia por el incondicional apoyo institucional que recibía año tras año ha tenido que decirle no al Intercontinental Rally Challenge. El pasado viernes saltó la noticia y hoy Eurosport Events, a través de su director Géraldine Filiol, lo confirmaba: “Los organizadores del Rally Vinho Madeira nos han informado recientemente que no son capaces de cumplir con los términos de su contrato”. Según la web oficial, el problema estriba en sus obligaciones de financiación.
IRC es duro con el organizador de la prueba lusa que se debería haber celebrado como séptima cita de la temporada entre el 4 y 6 del próximo mes de agosto. “Esto ha creado una serie de dificultades logísticas y operativas, y no es lo que hubiera esperado de un promotor del evento”. De esta forma, el campeonato se queda en once pruebas, ya que no se va a reemplazar por otro rally. La pérdida de la puntuabilidad se hace extensiva a 2012, año en que expiraba el contrato entre las dos partes.
