Al llegar a la meta de la Plaza de Nuestra Señora del Pino de Teror, Marco reconocía estar exhausto. Y lo estaba no tanto por los nueve tramos y por los enlaces larguísimos, también porque había preparado a conciencia esta novena cita del Campeonato de Canarias de Rallys, la quinta del curso para él y Néstor Gómez, su copiloto.
En el equipo Copi Sport no han descartado a ninguno de los pilotos que, matemáticamente, tendrían opciones de levantarle el campeonato a Lorenzo, por ello era importante marcar de cerca a Toñi Ponce y Rubén González, el tándem más en forma a este lado del archipiélago. Curiosamente ambos llegaban empatados a tres victorias, los dos con los coches que hoy por hoy –y con permiso del Subaru de Juan Luis Cruz- no tienen rival en el regional de asfalto y, si el de Skoda ganaba en Teror, podía conservar opciones matemáticas al regional a pesar de haber dicho por activa y por pasiva que esta temporada no iban a salir de Gran Canaria. De hecho, si no hay apoyo de la marca que representa, no hará el Maspalomas a finales de noviembre.
Al margen de ello, Marco se tomó este rally muy en serio. Por ello decidió salir al ataque desde los primeros tramos. Pero la lluvia, el frío y la niebla no ayudaron, más aún cuando él mismo apostó por una configuración del coche muy dura. Intentó parchear el error aflojando los diferenciales, pero, sin quererlo, los volvió a endurecer más, con lo que después de la primera sección ya cedía camino de los 15 segundos respecto a Ponce.
Nadie había sido capaz de recuperarle ese tiempo al tres veces Campeón de Canarias de Rallys en esta temporada, pero desde su equipo le ordenaron mantener el ritmo y la presión por si esto propiciaba un error de Toñi. Y aunque el Fabia WRC volvió a ser el mejor en el TC4, penalizó diez segundos en la entrada al quinto y, con ello, el rally quedaba de nuevo abierto. Ponce trató de rehacerse con un nuevo scratch en este tramo de más de 19 kilómetros, pero mordió en exceso en una curva y pinchó una rueda delantera, dejando además tocada la dirección. Perdió más de cuatro minutos y, con ello, el rally.
A partir de ahí, la orden era clarísima: bajar la presión del turbo del Ford Focus RS WRC y evitar a toda costa las cunetas. Los tiempos empeoraron considerablemente, pero Lorenzo y Gómez se llevaron el rally por un minuto y 44 segundos. El título quedaba a dos puntos, un trámite que podría cumplir en el Rally Isla Bonita.
“Toñi es el rival más difícil con el que me he medido, y si no fuera por el error que tuvo, habría ganado el rally. Ha hecho una gran carrera, pero la realidad es que nosotros también luchamos por la victoria con todas nuestras fuerzas y eso hace que nuestro triunfo sea igualmente merecido”, declaró el de Ford, que cuando selle el título y, según información de su equipo, batiría el récord de precocidad de Luis Monzón.
