Con una ventaja jugosa de más de dos minutos, Sébastien Loeb ha cedido la responsabilidad de tirar del carro a otros como Petter Solberg (Ford Fiesta RS WRC) o Mikko Hirvonen (Citroën DS3 WRC), ambos en un tira y afloja por la tercera posición que ha envalentonado al noruego y lo ha llevado a presionar más de la cuenta a Dani Sordo (Mini John Cooper Works WRC).
Hirvonen se hizo con el primer scratch en el primer paso –todavía de día- por Moulinet-La Bollene Vesubie (23,41 km), el mítico Turini. Solberg, que veía como el finlandés de Citroën se ponía a unos inquietantes 22’’ de él, respondió con tres mejores tiempos consecutivos que multiplicaron ese margen de seguridad hasta el minuto y cuatro segundos. El primer podio como oficial de Ford de ‘Hollywood’ estaba por tanto salvado, y el segundo puesto se quedaba mucho más cerca, a menos de veinte segundos.
Haciendo un símil futbolístico, Sordo ha jugado durante esta cuarta etapa encerrado atrás. El cántabro necesitaba esta segunda posición por delante de Ford para demostrar a los jerifaltes del Grupo BMW que lo que decidan invertir en el proyecto WRC será bien empleado. Eso y por si les ronda por la cabeza poner a subasta también el asiento del otro JCW oficial. Por ello se limitó a ir administrando a cuentagotas su ventaja de más de un minuto y los 19,1’’ con los que hará el tramo espectáculo del domingo son más que suficientes.
Mikko Hirvonen, que hizo un trompo en el último tramo y no pudo reaccionar al cambio de ritmo de Solberg, se mostró satisfecho de poder estar en tiempos de cabeza y llevarse tres scratch en su primer rally como oficial de Citroën. Mucho más cómodo, Evgeny Novikov (Ford Fiesta RS WRC) también se limitó a completar las últimas hojas del roadbook y a disfrutar de un ambiente como sólo se da en los tramos nocturnos del rally monegasco. Los más jóvenes como él, Mathew Wilson (Ford Fiesta RS WRC) o Kevin Abbring (Skoda Fabia S2000) quedaron maravillados.
A propósito del holandés de Volkswagen Motorsport, un pequeño incendio en el último primer tramo de la noche de Per-Gunnar Andersson (Proton Satrian Neo S2000) le dio su segunda victoria en la categoría de los Súper 2000, aunque el liderato del SWRC –siempre y cuando no haya variaciones en el tramo espectáculo final- será para Craig Breen (Ford Fiesta S2000).
Un veterano en el Montecarlo, Françoise Delecour (Ford Fiesta RS WRC), sufrió con la dirección asistida de su coche y con los interfonos, aunque su sexta posición final le puede abrir las puertas de un programa más extenso. Pierre Campana, con el otro Mini JCW WRC oficial terminó séptimo a un mundo del líder y de su compañero de equipo, pero satisfecho con su progresión. Le siguieron en la clasificación los Ford de Ott Tanak y Martin Prokop y el JCW privado de Armindo Araújo.
A este 80 Rally de Montecarlo no le queda más que el epílogo del power stage, el tramo final, de tan sólo 5,16 kilómetros y que ha perdido su sentido en esta prueba dado que el conflicto con los derechos de televisión del WRC van a impedir que se emita en directo para cientos de canales.
