Llegar es fácil, lo difícil es mantenerse. A estas alturas no seremos nosotros los que vayamos a descubrir que el BMW Serie 3 supone el éxito más rotundo de la casa bávara. Así ha venido siendo durante cinco generac
iones. Sobre él recae toda la responsabilidad de la representación más absoluta y por ello es receptor de todo tipo de avances tecnológicos como principal escaparate y varilla de medir con respecto a sus competidores directos.
El presente de las berlinas premium y el del BMW Serie 3 en particular, responde en estos momentos a un nuevo paradigma. La palabra clave es eficacia, un concepto íntimamente ligado al rendimiento de sus motores pero que hoy trasciende a otros aspectos de su construcción como es su ligereza. Este nuevo patrón de referencia explora con materiales como el aluminio, acero de alta resistencia, plásticos y otros compuestos sometiéndolo a un proceso de adelgazamiento que permite reducir su peso en 40 kilos, contribuyendo a optimizar una relación exacta (50:50) entre ambos ejes.
Todo ello se lo contamos porque tiene una importancia esencial en el desarrollo del vehículo y en su comportamiento. Y es que cada nueva generación supone una exigencia mayor, no sólo en términos de diseño, que también, sino que el cliente debe evidenciar una evolución en el confort, en 
habitabilidad, en seguridad, en su dinámica, además de otros aspectos como la información y la conectividad, tan en boga en estos tiempos y trascendentales a la hora de conservar su estatus como marca.
Línea Modern
Después de concurrir a la premier nacional y tras su presentación en nuestro archipiélago, cae en nuestras manos el nuevo BMW 328i Línea Modern. El seudónimo revela toda una novedad en la Serie 3, respondiendo, junto a otros dos acabados (Línea Sport y Luxury), a la necesidad de dispensar una propuesta personalizada que concierte con nuestros deseos convirtiéndose en una aspiración de lo que queremos que represente nuestro automóvil. En nuestro caso el elemento básico es el aluminio mate. La parrilla ovoide tiene las varillas satinadas, los montantes B y las guías de las ventanas son en negro brillante y las llantas de aleación ligera conforman un diseño tipo turbina. En el interior, la tapicería en cuero muestra una ligera variante sobre el tono cromático de la superficie superior del salpicadero contrastando con el resalte en madera que luce en el horizonte 
aderezado con un embellecedor cromado. Detalles en madera que también encontramos junto al accionamiento del cambio y en los asideros de las puertas otorgando al interior un sutil toque de distinción. Así se seleccionan diversos elementos para el exterior y el interior, materiales y colores específicos que individualizan la oferta.
Todo ello sobre una nueva carrocería que crece en 9,3 centímetros, aumentando el ancho de vía tanto en el tren delantero como en el trasero así como la distancia entre ejes. Con ello, además de conseguir el mencionado equilibrio, se hace frente a una de nuestras exigencias, mejorar la habitabilidad y el confort interior, en este caso proporcionando mayor espacio en las plazas traseras. La capacidad del maletero también se beneficia de sus nuevas dimensiones aumentando su volumen en 20 litros con respecto a la versión anterior. Los asientos posteriores se pueden abatir individualmente proporcionando un extra de espacio a la hora de emplazar la carga.
La deportividad siempre presente
El encargado de orquestar todo este conjunto de primer orden es su motor 2 litros, TwinPower Turbo de cuatro cilindros, muy ligero y representante de una nueva generación de motores de gasolina. No olvidemos que los conductores que optan por BMW responden a un perfil donde la deportividad y las prestaciones siempre deben estar presentes. Para hacer frente a dichas exigencias, su propulsor desarrolla una potencia de 245 CV y un par máximo es de 350 Nm que lanzan al vehículo desde muy bajas revoluciones. Su consumo promedio es de 6,3 litros a los 100 kilómetros mientras sus emisiones se reducen hasta 147 g/km de CO2. Para que entiendan la trascendencia y evolución en el concepto de eficacia que apuntábamos como prioritario, estos datos suponen 11% menos de consumo con respecto al motor al que sustituye ( 325i con 218 CV) y un 15% inferior en referencia a las emisiones. Estas cifras se relacionan directamente con la utilización de la nueva caja de cambios automática de ocho velocidades, contribuyendo también la función Auto Start/Stop, de serie en toda la gama. Con estas premisas, la sensibilidad del acelerador es inmediata y en seguida notas la entrada en funcionamiento del turbo. La norma general es el silencio sin embargo a un 
régimen alto de revoluciones el nuevo Serie 3 da el do de pecho con un sonido bronco que extrae toda su esencia deportiva.
Driving Experience Control
Pero como lo que buscamos es compromiso, lo idóneo es utilizar el nuevo Driving Experience Control con modo Eco Pro que nos permite configurar la respuesta del vehículo a cada situación. Deportiva, confortable o económica, el nuevo sistema regula mediante un botón situado en la consola central la incidencia del acelerador, la respuesta del motor, la dureza de la dirección y el rango de respuesta del control de estabilidad para corresponder a cualquier exigencia del conductor. El resto corresponde al rango de las exquisiteces como la pantalla Head-Up Display que se proyecta sobre el parabrisas delante del conductor para una cómoda lectura de cualquier información relativa a su funcionamiento.
