A poco más de una semana de que se inicien las legendarias 24 Horas de le Mans, Audi nos descubre el espejo retrovisor digital que irá montado por primera vez en el R18, su prototipo cerrado de la categoría LMP. Vibraciones, la posición extremadamente baja del piloto, la lluvia, los deslumbramientos, muchas son las razones que han llevado al departamento técnico de Audi a buscar una solución que les permita controlar lo que sucede a su alrededor en un campeonato tan exigente como el de resistencia. El espejo retrovisor digital muestra lo que está sucediendo en una pantalla AMOLED sin perjuicio
derivado de estos contratiempos configurándolo en diferentes modos de conducción tanto diurna como nocturna. Incluso cuando un rival se aproxima por detrás con las luces largas accionadas la imagen es excelente.
Se trata de una pequeña cámara de peso muy ligero que se ubica detrás de las antenas en el techo del R18. Captura mediante una película la acción de la parte posterior y transmite la información a la cabina como datos digitalizados. La imagen se recoge en una pantalla que se encuentra en el lugar donde normalmente se ubica el espejo retrovisor interior. Este sistema se integra en el vehículo en un espacio muy pequeño, reduciendo los efectos aerodinámicos y la energía consumida.
La pantalla puede ofrecer imágenes multicolor y una resolución excelente gracias a unos pequeños píxeles con un diámetro de alrededor de 0,1 milímetros. La calidad y el corto tiempo de respuesta son la propiedad más positiva. Como ejemplo, a 330 km/h el Audi R18 logra un flujo de imágenes totalmente nítidas en tiempo real. La pantalla también puede ofrecer otros datos como la marcha engranada, el nivel de deslizamiento de los neumáticos y las luces de advertencia específica.
La solución del espejo digital es otro ejemplo de colaboración entre los departamentos de producción y el deportivo y es muy probable que un futuro forme parte del equipamiento de los vehículos de producción de la marca.
