Se imagina a su empresa luciendo palmito con una flota compuesta por vehículos Mini. Esta idea tiene su antecedente en los prolegómenos de los años 60 cuando tras la aparición del classic Mini se presentó el Morris Mini Van como ejemplo de cómo se podía aprovechar el espacio.
Ahora este concepto se traslada a nuestro tiempo gracias al nuevo Clubvan, un vehículo provisto de dos asientos, cinco puertas y encuadrado en un segmento único donde el carácter de Mini se conjuga con el de las furgonetas compactas. Su particular estética y calidad así como sus dimensiones con una longitud de 3.961 mm, un ancho y altura de 1.683 y 1.426 milímetros, respectivamente, y una distancia entre ejes es de 2.547 milímetros se ponen al servicio de los profesionales implementándose con una alta funcionalidad derivada de un compartimento de carga cerrado que cubre toda la superficie entre el portón posterior y los respaldos de los asientos delanteros.
Basado en el Mini Clubman, tanto el portón de dos alas de giro horizontal y gran ángulo de apertura, como la puerta Clubdoor en el lado derecho del coche, permiten acceder cómodamente al compartimiento para colocar o retirar la carga. Gracias a los dos asientos, a la rejilla de separación fija entre el 
habitáculo y el compartimiento de carga, así como a las dos ventanas laterales posteriores selladas que no permiten ver la carga en el interior del coche, el MINI Clubvan ha sido homologado oficialmente como vehículo de transporte comercial, lo que redunda en ventajas tributarias.
El Mini Clubvan se ofrece en tres variantes: el MINI One Clubvan con motor de 98 CV, Cooper Clubvan con motor de 122 CV y Cooper D Clubvan con motor de 112 CV y se ofrece en cuatro colores exteriores: Pepper White, Ice Blue, British Racing Green metalizado y Midnight Black metalizado. Su comercialización está prevista para el otoño de este año.
