No está siendo un buen año para el deporte de los rallys. En lo que llevamos de 2012 han sido varios los pilotos y copilotos que han fallecido en acto de servicio, una dolorosa lista a la que hay que sumar también algunos aficionados. El viernes supimos de la desaparición de un nombre propio de esta disciplina que aunque llevaba años en la reserva seguía siendo un piloto muy querido y respetado: Philippe Bugalski.
Triple campeón de Francia, el de Vichy se ganó un sitio en la historia al lograr para la marca en la que llevaba militando desde un año antes, Citroën, su primer rally del mundial. Fue en 1999, año en que tocó la cima con dos triunfos absolutos en Catalunya y Córcega, confirmando ese ‘algo’ que los cazadores de talentos vieron en él cuando empezó su carrera deportiva a mediados de los ochenta.
Citroën Sport lo fichó a finales de 1997 para moldear el Xsara Kit Car con el que logró dos títulos nacionales las dos siguientes temporadas. Esos dos triunfos de 1999 por delante de los coches turbo de cuatro ruedas motrices convencieron a los directivos de la marca a apostarlo todo en los rallys y ‘Bug’ volvió a ser una pieza clave en el desarrollo del Xsara T4, coche con el que logró su tercer título nacional consecutivo ya en 2000.
Su relación con Citroën se prolongó hasta 2003, cuando la marca ya tenía lanzado y a toda máquina su programa WRC. El debut se produjo en 2001 con un calendario limitado de sólo cuatro pruebas. Tenía que ser él quien le diera a la marca francesa su primer punto (Rally Acrópolis de ese año) abriéndole camino a su joven compañero Sébastien Loeb. En 2002 y 2003 condujo el Xsara WRC en asfalto para decidir poner punto final a su carrera en 2003, momento a partir del cual se dedicó a la cría de caballos, la gestión del equipo Automéca y su papel como piloto de pruebas cuando Citroën Racing le necesitaba.
Resulta irónico que pilotos que se juegan literalmente la vida cada vez que se suben a un coche de carreras acaben falleciendo en accidentes fuera de los tramos cronometrados. Philippe murió el viernes a la edad de 49 años a consecuencia de las heridas que se produjo al caer de un árbol mientras lo podaba.
Neuville, muy afectado
Como hemos dicho, ‘Bug’ no se había desvinculado ni muchísimo menos de este deporte. Él ha sido uno de los mentores en la carrera deportiva del belga Thierry Neuville. El ahora piloto junior de Citroën Racing fue, por razones obvias, el que le dedicó unas palabras más emocionadas: “Estoy llorando, todo lo que has hecho por mí, todos los consejos que me has dado, todos los momentos que hemos pasado juntos, todas las victorias que hemos logrado juntos, todo el camino que hemos recorrido. No he tenido tiempo para decirte adiós. “Merci à toi Philippe”.
Sébastien Loeb lo conoció muy bien en sus inicios en el WRC y también estaba muy afectado por la noticia. Seguro que en su victoria número 74 tendrá una dedicatoria muy especial. “Estoy verdaderamente triste. Perdemos un hombre de mucho valor. Más allá de su gran profesionalidad y talento, me quedo con sus valores humanos. Bug tenía un gran corazón, siempre estaba disponible y era un hombre muy cercano. Todos le echaremos de menos”.
Como cabeza visible de Citroën Yves Matton calificó a ‘Bug’ como “un miembro de nuestra familia”, por ello la tristeza era “inmensa”. “Le conocíamos todos y nos conocía a todos. Siempre estaba de buen humor y le gustaba la vida más que a nadie. Su desaparición ha sido brutal y nuestros pensamientos se dirigen en primer lugar hacia su familia y amigos. Hoy todo el mundo de los rallys llora su desaparición”, añadió el director de Citroën Racing.
Fotos: Citroën Racing.
