Pocas pruebas del mundial tienen una estadística tan rotunda a favor de Sébastien Loeb como el Rally de Alemania. La primera victoria en el WRC del francés llegó aquí en 2002, precisamente el año en que se estrenaba este rally en el calendario mundialista y desde entonces ha repetido en esa posición una y otra vez con una única excepción: 2011, cuando un pinchazo y el empuje de su entonces compañero de equipo Sébastien Loeb le arrebataron un pleno histórico.
El oficial de Citroën no oculta que es un rally especial para él. “La gente suele decir que este es ‘mi’ rally ya que era el lugar más cercano a mi nativa Alsacia cuando el Rally de Córcega estaba todavía en el calendario. Me gusta mucho esta prueba porque siempre vienen muchos amigos a apoyarme y también porque la he ganado ocho veces. Por lo menos ya no me preguntan cuantas veces voy a ganar esta prueba de forma continuada. El año pasado comencé bien para ganar, pero tuve mala suerte y pinché en una recta”.
Aquel nimio detalle, esa tendencia a sufrir pinchazos, hizo que Michelin trabajara con carcasas más duras, lo que ha provocado que Citroën haya tenido que adaptar las suspensiones de su DS3 WRC a estas cubiertas. Una labor que se ha prolongado hasta este verano. “Desde el inicio de julio hemos realizado numerosas pruebas destinadas a adaptar las suspensiones a este tipo de neumático. Quizás vayamos un poco más lentos en las zonas onduladas, pero será igual para todos”, explica Loeb.
Además ‘Seb’ tendrá una oportunidad fantástica de brindarle el triunfo a Philippe Bugalski, fallecido la pasada semana en un accidente doméstico y que ganó este mismo rally en 2001. Sería la que hace 74 en su carrera deportiva y la séptima del curso.
Con pleno de triunfos de Citroën Racing en las nueve ediciones de este rally, Mikko Hirvonen sólo pudo aspirar en el pasado a la segunda posición, puesto que ha ocupado en cinco ocasiones. Para el finlandés va a ser una buena ocasión para ver sus progresos en asfalto, una superficie que el mundial no pisaba desde el lejano Rally de Montecarlo. “Al volante del Citroën me siento más cómodo en asfalto que con ningún otro coche. Ya lo noté en las especiales secas del Montecarlo. Cuando he pilotado el DS3 en asfalto en pruebas me he dado cuenta de la experiencia de todo el equipo en esta superficie”, afirma el finlandés.
Hirvonen admite que aunque ha compartido sensaciones con los ingenieros, al final los reglajes que funcionan en el DS3 WRC son los que emplea su compañero. “Para saber mi nivel de competitividad habrá que esperar a las primeras especiales. Si las condiciones son de seco y constantes, lucharé seguramente al menos por la segunda posición”·
Con sede en Trier, no muy lejos de Luxemburgo, Bélgica y la región de Lorraine en Francia, atrae a cientos de miles de seguidores del corazón de Europa. Como es habitual, el primer día se centrará en las especiales que discurren a través de los viñedos de Mosel. La segunda etapa, la del sábado, será la más larga con dos pasadas por ‘Arena Panzerplatte’ y dos asistencias remotas en Birkenfeld, con una vuelta a la asistencia principal entre ellas. El domingo será el sprint final con dos especiales por la región francesa de Sarre antes de disputar la Power Stage por las calles de Trier.