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Cómo sentirse seguro a trescientos por hora

  • Nos metemos en la piel de Pedrosa para saber cómo se protege

Cinturón de seguridad, airbag, barras laterales, asiento ergonómico… No encontraremos ninguno de estos elementos de seguridad, presentes en cualquier coche hoy día, en una moto. Y mucho menos en una de carreras. Por ello, el buen funcionamiento de una moto, la pericia del piloto y su propio y muy avanzado equipamiento suplen todos los elementos que en un coche permiten proteger al conductor en caso de accidente.

Es por ello que los pilotos del Mundial de Motociclismo cuidan especialmente hasta el más mínimo detalle de su completa vestimenta, para prevenir lesiones en caso de caída. Casco, guantes, botas, mono, espaldera, coderas, rodilleras… todos ellos son elementos muy evolucionados, realizados con la última tecnología, y a medida de cada piloto para que en caso de caída, esté protegido de los impactos a alta velocidad.

El peso, los materiales cada vez más resistentes y ligeros, la flexibilidad, la comodidad y el confort, la transpiración y otros detalles, algunos de los cuales nos pueden parecer insignificantes, pasan a tener una importancia vital cuando se trata de diseñar un elemento de protección, ya sea en guantes, botas, mono, casco u otros componentes, aunque también hay un componente de diseño y moda muy importante.

Evolución constante

Desde los años cincuenta y sesenta hasta la actualidad, la evolución en este capítulo ha sido exponencial. De los cascos que sólo cubrían la parte superior de la cabeza hasta los actuales integrales fabricados en fibra de carbono y kevlar dista un mundo. La misma diferencia que separa a los primeros monos de cuero de color negro con ningún otro sistema de protección más allá de algún simple acolchado en rodillas y codos, de los actuales fabricados en piel de canguro, con espalderas ergonómicas, jorobas aerodinámicas y protectores plásticos, kevlar e incluso carbono en piernas, rodillas, codos y hombros.

Cualquier innovación ha pasado el filtro de la opinión de los pilotos profesionales. Al fin y al cabo, ningún ‘motard’ vive a lo largo de su vida situaciones tan extremas como las que experimenta cualquier integrante de la parrilla de MotoGP en un solo fin de semana. La necesidad de encontrar materiales cada vez más ligeros y resistentes sin afectar al confort e incrementando los niveles de seguridad ha sido la luz que ha guiado toda esta evolución con el paso de los años.

Quizá los dos puntos donde más han influido los pilotos profesionales ha sido en el desarrollo de la última generación de guantes y botas. Las manos son una de las zonas más delicadas y que más expuestas se ven a lesiones en caso de una caída. Poco a poco la protección fue centrándose en puntos específicos. Primero en las palmas, que se salvaguardaron en un principio con unos simples remaches metálicos y que hoy suelen estar revestidas de una sofisticada combinación de piel y kevlar para mejorar la resistencia a la abrasión sin reducir el tacto. Los nudillos y la zona del puño pasaron de ser los grandes olvidados a unos de los más cuidados en los últimos guantes de competición desarrolladas por las marcas más importantes del mercado. Del simple acolchado se ha pasado a placas protectoras de fibra de carbono, kevlar, poliuretano e incluso de titanio. A lo largo de la historia ha habido pilotos especialmente propensos a las lesiones de manos, como Álex Crivillé o Loris Capirossi, piloto éste último que desde hace años lleva unos guantes especiales con unos protectores muy voluminosos.

Las primeras botas de competición no se diferenciaban en nada de unas convencionales. Lo importante es que tuvieran hebillas o cordones que mantuvieran el calzado bien fijado en caso de caída. Hoy, las botas de los pilotos profesionales encierran tal cantidad de sistemas de protección que se han convertido en su prenda más sofisticada.

La protección de Pedrosa

Para conocer un poco mejor todos estos sistemas, el equipo Repsol Honda nos ha facilitado este infográfico que nos explica punto por punto, todo aquello que viste y protege a uno de sus pilotos oficiales: Dani Pedrosa. Su coste total, es de alrededor de 6.500 euros.

• Mono de cuero: Fabricado en piel de canguro, tiene un peso aproximado de 3,5 kg. Dispone de zonas elásticas fabricadas en kevlar y perforadas para permitir un máximo ajuste al cuerpo y evitando pliegues. El fabricante, Alpinestars, es capaz de hacer uno en caso de emergencia en los camiones que desplazan en cada gran premio en sólo ocho horas, aunque lo normal es que se empleen entre dos y tres días de trabajo por unidad. Pedrosa suele emplear una media de ocho o diez monos por temporada, todos adaptados a su posición de conducción.

• Protector de hombros, codos y rodillas: De unos años a esta parte, estos protectores rígidos fabricados en poliuretano han pasado a ser externos. Su función es absorber los impactos, facilitar el deslizamiento sobre el asfalto y ventilar el interior del mono mediante unos pequeños orificios. En el caso de las coderas, además de la protección interior, también se han incorporado unas pequeñas deslizaderas.

• Deslizaderas: Antiguamente se las fabricaban artesanalmente los propios pilotos con cinta americana o con capas de cuero adheridas al mono en la rodilla. Hoy están fabricadas en un material plástico muy resistente y son intercambiables. Sirven para tener una referencia a la hora de inclinar la moto y, en algunos casos, para intentar pivotar sobre la rodilla al intentar salvar una caída. En lluvia, algunos pilotos emplean unas deslizaderas más grandes para conservar la referencia sin necesidad de inclinar tanto la moto.

• Joroba: Aunque fue Dainese el precursor en este tipo de solución aerodinámica, hoy todos los fabricantes de monos de competición han añadido estas pequeñas protuberancias que son capaces de reducir el coeficiente de resistencia al aire. Además, tiene otra utilidad, la de acoger el camel back, un pequeño receptáculo de hasta 400 centilitros de capacidad que se conecta por un tubo hasta el casco para que los pilotos se puedan hidratar en grandes premios muy calurosos. Ese espacio también puede ocuparse por sistemas de adquisición de datos.

• Protector de espalda: La espaldera consta de una serie de piezas rígidas de poliuretano pero que, en conjunto, son flexibles en un sentido para facilitar la movilidad encima de la moto. La zona rígida es la que protege la espalda en caso de un impacto y está revestida por tejido con inserciones en gel para absorber esos posibles golpes. Pesa en su conjunto 600 gramos.

• Sotomono: Está elaborado con microfibras sintéticas que facilitan la transpiración y el enfriamiento del cuerpo, además de hacer algo más sencilla la labor de ponerse el mono. Aseguran que ayuda a prevenir la fatiga y que sólo pesa 100 gramos.

• Guantes: Los guantes de competición que emplea Pedrosa están fabricados en piel de canguro y cabra para lograr protección y tacto al piloto en una zona vital en su trabajo como las manos. Las protecciones de este modelo en los nudillos están hechas de plástico y los dedos anular y meñique están unidos para que uno proteja al otro en caso de caída.

• Botas: Las botas Alpinestars son en realidad dos en una. Hay una exterior fabricada en microfibras blandas y protecciones rígidas de poliuretano y absorbe y protege de los impactos y uno interior con refuerzos rígidos que además de aportar comodidad y adaptabilidad al pie, impide la torsión lateral y frontal de éste.

• Casco: El piloto dispone de un total de tres cascos para cada carrera. Tiene un peso aproximado de 1.470 gramos.

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