En el Salón de Ginebra del pasado año Ford mostró lo que parecía ser la versión definitiva de su Fiesta ST. Pero lo que parecía ser definitivo resultó ser en realidad ‘beta’ y meses después, en el Salón Internacional del Automóvil de Los Ángeles, se presentó una variante idéntica en su diseño pero con una agradable sorpresa bajo el capó: un motor 1.6 EcoBoost no de 180 CV como se anunció en un principio sino de 200 CV de potencia.
Sí, son sólo 20 CV pensarán algunos, pero esa inyección de vitaminas catapulta al Fiesta ST no al pelotón comparsa sino al grupo de cabeza de los pequeños utilitarios de altas prestaciones de nueva hornada. Pasamos lista: Skoda Fabia RS (180 CV), Citroën DS3 (156 CV), Fiat Punto Evo Multiair (165 CV), Mini Cooper S (184 CV), Opel Astra OPC (192 CV), Peugeot 208 GTI (200 CV), Volkswagen Polo GTI DSG (180 CV), Seat Ibiza Cupra (180 CV) y Renault Clio RS (201 CV). Con este último apretón de tuercas al motor 1.6 turbo de inyección directa Ford se a la altura de Peugeot y Renault, precisamente otras dos marcas con una larga y reconocida trayectoria en los rallys.
Su par motor también es más generoso: 290 Nm, 50 más que en esa primera versión vista en Ginebra el pasado año. No hay datos de velocidad máxima –aunque se espera que supere los 220 km/h– ni tampoco de aceleración, si bien dado que con 180 CV alcanzaba los 100 km/h en siete segundos es previsible que sea capaz de romper esa barrera, situándose de nuevo entre los más rápidos de su categoría. Su consumo medio sí se ha revelado y es de siete litros cada 100 km, con un ahorro de un 20 por ciento respecto al viejo ‘dos litros’ atmosférico que jubila y que apenas tenía 150 CV.
Si nos centramos en su diseño, el ST aprovecha ya el nuevo frontal del Fiesta pero adornándolo con una infinidad de detalles tan agresivos como llamativos. Los colores de guerra se asemejan al gran espejo en el que fijarse, el Focus ST, un tono naranja oscuro metalizado con un cierto tamiz nacarado que hacen imposible que pase desapercibido.
Las llantas también son inconfundibles de la familia de coches deportivos de Ford y, por detrás, el alerón, el paragolpes específico y el difusor –que pasa bastante más inadvertido que el de sus rivales al dar un aspecto de continuidad con la carrocería– identifican al más rabioso de todos los Ford Fiesta.
Parte del encanto de todo pequeño gran deportivo es que esté tocado por la varita mágica del departamento de competición de alguna de las grandes marcas. En el caso del Fiesta ST este requisito se cumple y aunque Ford ya no esté de la mano de M-Sport en el Mundial de Rallys, es cuestión de meses que el WRC se adapte también a este restyling para estrechar lazos entre uno y otro.
El Team RS de Ford fue el encargado de afinar la puesta a punto de su chasis empleando, como no, el Nordschleife de Nürburgring, el mítico ‘Infierno Verde’. Pero no fueron los únicos. También arrimaron el hombro en su desarrollo otros socios deportivos del fabricante como Fiesta Rallycross y el Racing Fiesta y con los que ya había trabajado a la hora de dar forma a su RS WRC. Fruto de todas esas colaboraciones, la carrocería se ha rebajado en 15 milímetros y el Control de Par Vectorial –que actúa igual que un diferencial de deslizamiento limitado- dispondrá de tres posiciones distintas.
Último modelo supervisado por Jost Capito antes de irse a dirigir Volkswagen Motorsport, su dotación estará por encima de lo que se espera de un vehículo de su talla, pero no de la categoría en la que se mueve. Como su hermano mayor, el Focus ST, pero por primera vez en la saga Fiesta ST dispondrá de serie de asientos deportivos hechos por Recaro y que a juzgar por las imágenes combinarán cuero y tela para una mejor sujeción del cuerpo en dos colores de contraste a juego con los pespuntes.
Un deportivo global
Siguiendo con su equipamiento técnico, Ford ya anunció en Ginebra algunos aspectos novedosos como el sistema MyKey, que permite que los propietarios limiten las prestaciones y aseguren la activación de los elementos de seguridad cuando conductores menos experimentados hacen uso del vehículo, y el SYNC, un dispositivo de conectividad activable a través de la voz.
Pero se podría decir que uno de los aspectos más novedosos es que con este Fiesta ST Ford mantiene su idea de poder introducir este modelo no sólo en un mercado que es terreno abonado para este tipo de coches, también en los de otras partes del mundo, incluyendo por primera vez el norteamericano. En este sentido no es en absoluto casualidad que tanto su fase conceptual como ésta definitiva se presentaran en el Salón Internacional de Los Ángeles. ¿Su lanzamiento? Aún habrá que esperar. Paciencia.
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