Sin perder ni un gramo del encanto que lo ha convertido en un símbolo de la automoción ya no sólo en Europa sino en todo el mundo, el Beetle o ‘Escarabajo’ sigue plenamente vigente. Ahora Volkswagen recarga su versión descapotable para recordarnos que el invierno tiene sus días contados. Especialmente aquí en Canarias donde además de acompañar el clima, el importador de la marca alemana vuelve a sorprender con su precio.
Si el Beetle ya es de entrada un coche con alma, si hablamos de su versión Cabrio entonces se transforma en icono al cuadrado. Los diseñadores de Volkswagen, acostumbrados a tener que dar siempre la talla con modelos como el Golf, el Polo y las sucesivas sagas GTI, han sabido trabajar con este ‘material sensible’ y ponen sobre el asfalto un coche igual de masculino que el Beetle III pero con maneras propias. Con carisma.
Si hablamos de personalidad es evidente que la capota le da y mucha. Obviamente, tratándose de un coche con pedigrí como éste, se ha recurrido a una de lona –disponible en negro o en beige– que se pliega mediante un mecanismo electrohidráulico. La especial cinemática que dobla el techo dibujando una K permite ahorrar mucho espacio. Al menos el suficiente para que el volumen del maletero sólo varíe en 24 litros hasta los 225.
También es rápido: se abre en sólo 9,5 segundos y a velocidades de hasta 50 km/h. A la hora de cerrarse invierte un segundo y medio más para sellar correctamente el marco del parabrisas. Las sucesivas capas –en realidad tres– que forman la capota aíslan térmicamente el interior y también en el plano acústico. En este último punto la marca afirma que se logra un hermetismo similar al de un techo de acero. Puede llevar como opción un deflector para suprimir las turbulencias a cielo abierto.
No vamos a entrar en más detalle en el diseño exterior porque la variante de carrocería convertible no hace sino sacar punta a la base del nuevo Beetle. Por ello es más largo (152 mm), más ancho (84 mm) y más bajo (29 mm) que el modelo anterior, logrando así una silueta más afilada y un porte más desafiante y masculino.
Volkswagen acierta de pleno al reforzar las versiones de equipamiento Design y Sport con tres ediciones especiales que homenajean décadas del pasado siglo en las que el Escarabajo estuvo muy presente. Y todas con un cierto halo ‘Flower Power’. El 50s va a ir asociado a la terminación más básica, aunque no espartana. Decimos esto porque en carrocería de riguroso negro incluye llantas de 17’’ de diseño retro, carcasas de retrovisores cromados, faros antiniebla y la placa identificativa de esta edición ‘cincuentera’ en el pilar A. El interior cuenta con salpicadero a juego con el exterior, radio con pantalla táctil, control de velocidad de crucero y asientos deportivos en beige o en rojo y negro.
El 60s, como no podía ser de otra manera aporta un poco más de color sobre el acabado Sport. Tonos Azul Denim o Blanco Candy para el exterior, llantas de 18’’, retrovisores en color negro y, en cabina, instrumentos adicionales de corte deportivo y asientos deportivos en cuero azul y negro. El 70s también se alza sobre la versión Design pero echando mano de combinaciones más atrevidas sin llegar a la psicodelia ni mucho menos. Carrocería en Marrón Toffe o Gris Platino con capota y tapizado a juego en beige. Las llantas también son de 18’’ para esta serie especial.
Cinco motores
Igual que sucedió con el nuevo Beetle, el importador para Canarias ha peleado un precio de partida para la versión Cabrio excelente: 18.800 euros con Plan PIVE incluido. Esta cantidad corresponde a la variante con motor gasolina TSI de 105 CV, la primera de las cinco alternativas que ofrece este modelo en cuanto a mecánicas.
Aquí están todas las que debían estar y siempre sobrealimentados y con sistemas de alimentación por inyección directa TSI en gasolina o TDI en diesel. Entre las primeras, junto a la citada motorización de 105 CV hay una de 160 y otra de 200 CV. Los TDI son de 105 ó 140 CV.
Homologado para cuatro pasajeros, el nuevo Beetle Cabrio ofrece un sistema activo de protección antivuelco. Consiste en dos módulos extensibles instalados tras el respaldo de los asientos traseros que, en caso de que el coche supere un grado de inclinación o aceleración lateral equis se activa para una protección efectiva junto al pilar A reforzado. Los avances logrados en el protector antivuelco han hecho posible que la banqueta trasera pueda abatirse de forma simétrica para un mejor aprovechamiento de la capacidad de carga en casos de necesidad.
Además cuenta con airbags frontales para cabeza y tórax, ESP con asistente de frenada y también de arranque en pendiente. En total, fruto de esos refuerzos estructurales y una inversión en medios para lograr un nivel de seguridad ‘top’, el Beetle Cabrio pesa 114 kg más que el modelo coupé.
