El nuevo cee’d GT, la variante de más altas prestaciones del compacto coreano, ha llegado haciendo más ruido que ningún otro modelo en la historia de Kia. En realidad más que un modelo se trata de una versión dentro de la propia gama cee’d, ya que a diferencia de otros mercados, a Canarias llegan tanto la carrocería cinco puertas como la recién estrenada de tres, la del pro_cee’d.
Puntual y bien arreglado para su cita, de momento ha sido éste último el que ha llegado a las islas. En realidad el primer pro_cee’d GT que ha pisado suelo canario forma parte de una primera remesa de 500 unidades de una serie especial con la que, como ya les hemos ido contando en las últimas semanas, Kia ha querido celebrar el lanzamiento del coche más deportivo de su historia. Se diferencia por sus llantas de aleación de 18’’ con radios en color negro brillante, retrovisores exteriores a juego, embellecedores interiores con el logotipo GT retroiluminado, iluminación rojiza tipo LED en el frontal, freno de estacionamiento manual y asientos delanteros y volante calefactables. 
A medida que su producción alcance velocidad de crucero van a ir llegando más unidades al margen ya de esta serie especial. El precio de esta gama cee’d GT –siempre para nuestro mercado– es desde 22.000 euros para la versión Drive (22.400 el cinco puertas) y 24.600 euros para la Emotion (25.000 en cinco puertas).
Con 204 CV y un equipamiento a la altura de las circunstancias, con él Kia mete la patita en el subsegmento de los compactos deportivos. La marca coreana ha sabido dotar al pro_cee’d GT de todo aquello que suele diferenciar a este tipo de coches. Para empezar, un motor que rompe la media de la gama. Y lo hace no con una gran cilindrada, sino echando mano de la última tecnología con un motor 1.6 de inyección directa de gasolina (T-GDI) y turbocompresor de doble entrada que rinde 204 CV (un incremento del 51 por ciento en la potencia respecto al atmosférico) y un par máximo de 265 Nm (un 61 por ciento más). La transmisión asociada a esta variante es la manual de seis velocidades y con ella su ficha técnica afirma que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h.
La obra cumbre de Schreyer
Un compacto deportivo ha de ser un todo. Puede tener una buena mecánica que si el diseño no acompaña se puede quedar sólo en una opción de motorización y poco más. También hay que tener puntería con el lápiz porque quedarse corto en el tiro o pasarse puede resultar fatal. Pero Peter Schreyer lleva años puliendo la imagen de sus modelos y si el pro_cee’d es su obra maestra, el GT es el colofón.
Volviendo al modelo que nos ocupa, el pro_cee’d GT incluye multitud de modificaciones y todas muy acertadas. Los paragolpes delanteros y traseros son específicos y añaden una toma de aire con malla inferior y en la zaga una doble cola de escape y un difusor. Los faros de luz diurna no sólo son nuevos sino que su configuración con cuatro enormes puntos de LED en forma cuadrada son uno de los detalles más característicos. También las llantas de aleación de 18 pulgadas o las pinzas de freno en color rojo. La carrocería sólo estará disponible en este tono y también en blanco metalizado.
El logo GT es un leitmotiv que se repite en la parrilla delantera, volante y asientos junto a un ribete rojo. A propósito de los asientos, éstos son Recaro y en la única terminación posible están, como el volante, revestidos en piel de alta calidad y con pespuntes en color de contraste rojo.
La marca le da mucha importancia al panel de instrumentos TFT de siete pulgadas que está inspirado en el mundo de la competición y que es personalizable. Así, activando el botón GT del volante se podrá escoger entre dos interfaces: una analógica que muestra el velocímetro y la información de viaje; y otra deportiva en la que se puede variar tanto el diseño como la información que se ‘lanza’.
Puesto a punto en ‘the ring’ 
E igual que un compacto deportivo debe tener un motor acorde y un diseño en línea con su talante, su bastidor no puede hacer aguas porque entonces el público entendido –normalmente a quien se dirige este tipo de coches– lo condenará al más absoluto de los ostracismos. Para apuntalar este apartado, los diseños realizados en Corea fueron desarrollados en carreteras y circuitos de media Europa. Entre ellos, como no, 160.000 km en autopistas alemanas y, el gran tótem del automovilismo deportivo, el Nürburgring Nordschleife, un trazado cuyos 21 kilómetros sirvieron para hacer un test de durabilidad a lo largo de 480 giros.
Como resultado de este programa la rigidez de los amortiguadores delanteros se incrementó en un 30 por ciento en rebote y un 10 por ciento en compresión; la trasera, un 50 y un 200 por ciento respectivamente. También la barra estabilizadora trasera ha incrementado su grosor un milímetro: de 18 a 19. Todo ello enfocado a reducir tanto el subviraje como el balanceo de la carrocería.
