El grancanario Mahy Villanueva se quedó con un sabor agridulce en su debut mundialista en Francia. Por un lado, se trajo la experiencia de haber rodado con los mejores pilotos; por otro, la decepción de no poder calificar para carrera.
Los 36 mejores iban a tener un sitio en parrilla, pero Mahy se quedó lejos. La inmensa lista de inscritos con 110 pilotos de treinta nacionalidades se dividió en dos grupos para poder realizar los entrenamientos libres y los cronometrados de esta nueva cita del Mundial de MX. Al grancanario quedó agrupado en el A, el de los favoritos a la victoria. En la primera sesión logró el puesto 46 de su grupo, un tiempo que no colmaba sus expectativas pero con una segunda oportunidad por delante, la definitiva, la de los entrenamientos clasificatorios.
Sólo los 18 mejores de cada uno de esos dos apartados iba a lograr el pasaporte para carrera y Villanueva iba a tener que mejorar mucho si quería lograrlo. Pero con la mitad de los pilotos con moto oficial, con muchísima más experiencia que él y en uno de los circuitos más técnicos y más exigentes en el plano físico con los que se había topado hasta ahora, el canario se quedó a trece segundos de la pole position de su grupo como uno de los ochenta mejores de los 110 que hubo en pista en esta categoría de 85 cc.
A pesar de todo, la experiencia en Dardon-Geugnon ha sido positiva para el joven Mahy, que con sólo doce años se ha fogueado con los mejores pilotos del mundo. Lo mejor, la posibilidad de rodar y aprender con ellos, una master class que le vendrá muy bien de cara a las futuras participaciones internacionales que tendrá en los próximos meses.
