Dicen que el que se mueve, no sale en la foto y en la industria del automóvil al que se está quieto se le suben a las barbas. Casi siete años después de su primer lanzamiento, al BMW X3 le estaba sucediendo algo parecido. Aunque la marca alemana quiso desmarcarse con un pequeño quiebro en su denominación de los cada vez más numerosos SUV (lo denominaron “el primer Sport Activity Vehicle"), lo cierto es que a su alrededor el número de rivales ha crecido en progresión geométrica.
Ya no hay marca de alto postín que no tenga un todocamino compacto en su catálogo y las generalistas han apostado tan fuerte en este segmento que el argumento del diseño, la tecnología y el equipamiento han dejado de se
r monopolio de estos fabricantes Premium. Al X3 le ha surgido un competidor incluso dentro de su propia casa. El X1 ha resultado ser un coche tan bien concebido y tan solvente que hay quien cree que le ha arrebatado algún que otro conductor a un X3 que empezaba a sentir el peso de los años.
Esta segunda generación llega con ideas nuevas. La presencia de ese punto de enganche con la gama X de BMW –el X1- lo ha liberado en cuestiones como la limitación de su longitud y aunque no se sale del molde compacto, gana nueve centímetros desde el paragolpes delantero al trasero para incrementar el confort de las plazas traseras, una de las grandes conquistas según la marca. Ante la gran oferta que hay actualmente de SUV (o SAV) de alrededor de los cuatro metros y medio, son los matices los que pueden decantar una opción de compra. Por ello, el maletero gana la friolera de setenta litros en esta nueva generación del X3, alcanzando ahora los 550 litros ampliables a 1.600 al abatir los respaldos de los asientos posteriores, partidos por cierto en relación 40:20:40. Con ello el nuevo BMW X3 quiere ofrecer un mayor espacio y, adicionalmente, un grado superior de versatilidad.
Si hay marcas que han hecho de la seguridad o de la ecología su bandera, BMW lleva años comprometida en hacer de cada uno de sus modelos haga acopio de las últimas tecnologías aplicadas al automóvil. El X3 abre capítulo en cuanto a sistemas de asistencia al conductor y servicios de movilidad a través de su sello BMW ConnectedDrive de última evolución. Así, por ejemplo, el nuevo BMW X3 puede estar equipado con una pantalla virtual Head-Up-Display y que permite acceder a Internet desde el coche.
Alrededor de todo ello, el interior ha sido remozado pero siguiendo, punto por punto, el libro de estilo de BMW, un corte quizá demasiado previsible. Lo mejor, la nueva pantalla de 6,5 pulgadas a través de la cual se controla el mando iDrive o la de 8,8 pulgadas de alta resolución que puede montar como opción con el navegador. El volante también es nue
vo, ahora con una línea más desenfada y con distintos mandos incorporados.
Donde más y mejor se renueva el X3 es en su exterior. Si el primero se quedó en el limbo tras los lanzamientos de dos productos soberbios como el X6 y el X1, la versión de 2011 se redime con una línea exquisita. Más elegancia y poderío para desmarcarse ligeramente del X1 y recuperar así su sitio tras el X5 y el X6.
Técnica
Esta puesta al día del X3 ha llevado a los ingenieros a mancharse las manos de grasa. Chasis y motores han experimentado cambios importantes, así el bastidor estrena en la gama X la primera dirección servoasistida electromecánica y, como opción, se podrá montar el Dynamic Driving Control, una suspensión adaptativa con tres modos o posiciones en función del modo de conducción: normal, sport y sport+. También es opcional el diferencial trasero activo (Dynamic Performance Control), funciones ambas que incrementan las posibilidades dinámicas sobre cualquier tipo de superficie del X3 y de su sistema de tracción total xDrive.
Aunque a medida que avance su introducción en el mercado la carta se irá ampliando, en el momento de su lanzamiento habrá dos propulsores, uno diesel y otro gasolina. El primero, el del xDrive20d, es el umbral de acceso a la nueva gama X3 con su motor de 184 CV que es capaz de reducir en casi un litro cada cien kilómetros el consumo de gasoil en ciclo mixto respecto al anterior 20d. El más avanzado y poderoso es el del xDrive 35i, un seis cilindros en línea de inyección directa con Twin Power Turbo y Valvetronic que impulsa al X3 de 0 a 100 km/h en sólo 5,7 segundos y con un gasto de combustible que no excede los 9 litros con sus 306 CV de potencia y su par máximo de 400 Nm. Las transmisiones son dos, una manual de seis velocidades, de serie para la mecánica diesel, y una automática de ocho, para el resto de variantes de la gama.
El X3 no olvida tampoco todo lo avanzado por BMW en materia medioambiental con su EfficientDynamics, por ello incorpora soluciones como los neumáticos con baja resistencia a la rodadura, el regenerador de energía de frenado, el sistema de arranque y parada automático del motor o el indicador de cambio de marcha.
En Canarias, a finales de noviembre
BMW Group anunció el pasado miércoles día 1 de septiembre la finalización de la producción del anterior modelo (el restyling de la primera generación que se lanzó en 2008) y el comienzo de la fabricación del nuevo en la planta de Spartanburg. Esta factoría se ha especializado en esa ‘generación X’ de BMW, ya que en ella se producen tanto el X5 como el X6.
El nuevo modelo llegará al mercado alemán el 20 de noviembre de 2010, y días más tarde su lanzamiento se oficializará en el resto, incluyendo el canario. Su precio partirá de los 42.900 euros de la versión xDrive20d hasta los 59.200 del xDrive35i.
