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Nuevo Beverly: revolución sin perder el estilo

  • La línea de LED del frontal es una de sus señas de identidad
  • El nuevo chasis mejora la estabilidad y los nuevos frenos, su segurida
  • El nuevo motor de 125 cc mejora en un 20% los niveles de consumo

Más que revolución, el nuevo Beverly avanza. Avanza en mecánicas con los nuevos motores de 125 y 300 cc, ambos de inyección electrónica; avanza en parte ciclo con un nuevo chasis de doble cuna; y avanza en estilo, con un corte más burgués y moderno. Pero como sucede en modelos que se han vendido mucho y bien, el nuevo Beverly tiene mucho del modelo que asomó la cabeza a principios de este siglo. Estrena un nuevo grupo óptico de doble parábola, unos nuevos intermitentes y, sobre todo, incorpora una línea de luces LED que la hacen inconfundible tanto de día como de noche. Y rematando el frontal, la característica corbata cromada preside el escudo. Esta segunda generación llega al mercado con cinco tonos: Bronce Perseo, Blanco Perla, Azul Midnight, Negro Cosmo y Rojo Antares.

La parte trasera se ha estilizado para dar una imagen más dinámica y joven. Los pilotos también incorporan tecnología de diodos luminosos para la luz de freno, que además de una perfecta visibilidad garantizan una elevada durabilidad. Otro capítulo de su estilo es el acabado bitono y los apliques en color cromado, a juego con el elemento central de aspecto metálico que atraviesa un nuevo Beverly repleto de detalles ‘made in Italy’, especialmente en el reverso del escudo y del túnel central que ahora incorpora un nuevo tapón de depósito de derivación motociclista.

Pero si el Piaggio Beverly ha convencido a cientos de miles de conductores de todo el mundo no sólo ha sido por su diseño. El confort ha sido otro de sus grandes reclamos y aquí también la versión de 2010 se cubre mejor todavía las espaldas. Así, según la marca, la geometría del triángulo de conducción que forman el asiento, el manillar y la plataforma ha sido perfeccionada para ofrecer mayor agilidad y confort incluso para los conductores más altos. El propio asiento –de dos niveles bien marcados- también se ha rediseñado para ofrecer un mejor apoyo a los conductores de una talla menor o para los que se acercan por primera vez al mundo de las dos ruedas.

El sillín se ha redefinido por fuera pero también por dentro. Así, el espacio bajo el asiento se ha incrementado en más de un 50 por ciento, convirtiéndose ahora en el más amplio de su categoría, la de los scooter de ruedas grandes. Por ello, puede albergar en su interior hasta dos cascos full jet sin olvidar detalles como la iluminación de cortesía o el práctico hueco portadocumentos. La capacidad de carga viene completada con un cómodo portaequipajes, que integra las asideras para el pasajero, del portaobjetos pintado integrado en el retro escudo y del discreto gancho portabolsas retráctil.

Tecnología

Aunque el nuevo Beverly no abandona el corte ‘neoclásico’ de la primera versión, su nueva instrumentación deja a las claras que a nivel de tecnología se ha puesto al día. El cuadro de instrumentación –con iluminación en tono azul- se compone de tres elementos circulares (taquímetro, temperatura del agua y nivel de carburante), de un moderno display LCD con funciones de cuentakilómetros, reloj digital, tensión de la batería y temperatura externa, y de una serie de indicadores para el sistema de inmovilizado, reserva de carburante, faros, intermitentes, presión del aceite y chequeo del sistema de inyección.

Aprovechando las sinergias de grupo, Piaggio ha regalado a su Beverly un señor chasis. Con estructura de doble cuna en tubo de acero de alta resistencia, este bastidor equipa en la parte delantera una horquilla tradicional con barras de 35mm de diámetro. Detrás se conserva un doble amortiguador de doble efecto y muelle helicoidal con precarga regulable en cuatro posiciones que ha sido desarrollado específicamente para este modelo primando, por encima de todo, el confort de sus ocupantes.

Juntos, el nuevo chasis y sus ruedas grandes con llantas en aleación ligera con 20 radios (16x 3,0  delante y 14 x 3,5 detrás), el nuevo Beverly vuelve a ser una garantía no sólo de comodidad, también de agarre y estabilidad al máximo nivel, dos características que junto a su manejabilidad y agilidad fueron clave a la hora de convertir a este modelo en un best seller entre los scooter. Desde la marca se hace mucho hincapié en su nuevo equipo de frenos, al nivel –dicen- de una verdadera moto. Delante monta un disco semi-flotante de casi 300 mm, el más grande de la categoría, y detrás trabaja con uno de 240mm. El resultado es una potencia de frenado muy superior –con la mitad de presión se logra la misma efectividad- y una mayor modulabilidad.

Dos motores, dos usos

El nuevo Beverly llega con dos motores 4T de 125 y 300 cc, ambos de inyección electrónica de gasolina. El primero, que rinde 22 CV a 7.250 rpm con un par máximo de 23 Nm a sólo 5.750 rpm, está pensado para aquellos que hagan uso del Piaggio Beverly no sólo para trayectos urbanos. El de 125 cc añade ahora un nuevo sistema de refrigeración líquida que junto a otras mejoras internas, permite un ahorro en consumo y de su coste de mantenimiento de en torno al 20 por ciento. Desde la marca también se asegura que en niveles de ruido, el Beverly ha dado un paso de gigante respecto a su predecesor, mejoras que casi garantizan que este modelo volverá a arrasar en el mercado europeo, incluyendo como no, el canario, en el que Piaggio ha vendido ya más de 1.700 unidades.

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