Cada vez son más los vehículos compactos no sólo con una aspiración claramente deportiva, también los que se pueden catalogar en el más restrictivo epígrafe de las altas prestaciones. Por ello, para seguir distinguiéndose y sacudirse algunos moscones de encima, Audi ha recurrido a artillería pesada a la hora de renovar su S3.
Su puesta al día, asociada a la tercera entrega del A3, tiene precisamente su razón de ser en todo aquello que hace a Audi una marca con una posición dominante entre las Premium: diseño, tecnología, eficiencia y calidad en toda la extensión de esta palabra. Y es que su paso al frente respecto a la competencia tiene su origen no sólo en el derroche de potencia de su nuevo motor, también en la manera en que el S3 se regodea en su cuidado por el detalle.
Hay mucho de distinción deportiva en su aspecto. Respecto al A3 difiere en la parrilla del radiador Singleframe en diseño específico S con marco cromado, el embellecedor en gris platino mate y las barras dobles horizontales en óptica de aluminio. A juego, las llantas y las carcasas de los retrovisores y unas llamativas nervaduras que le dan su toque a las entradas de aire laterales.
El ambiente deportivo del exterior se cuela dentro del S3 al vestir de riguroso negro techo y tapizado y, en contraste, las esferas del cuadro de instrumentos en color gris con agujas blancas. También es exclusivo de este modelo el indicador de la presión del turbo integrado en el cuentarrevoluciones. El volante deportivo multifunción tiene su base achatada y pedales y reposapiés están hechos en acero inoxidable. Lo mejor junto al volante, los asientos deportivos S con guateado de rombos en el respaldo y reposacabezas integrados.
Si todo lo enumerado es suficiente para hacer merecedor a este modelo de la letra S, puede haber opiniones para todos los gustos. A nuestro parecer falta un punto de nervio, de riesgo en la línea de este coche, en parte, porque sus prestaciones y la manera en que devora el asfalto superan con creces ese diseño de austera deportividad tan alemana.
Un auténtico cohete
Pero lo que eleva a los altares de los compactos al S3 de Audi es su motor, un 2.0 TFSI de 1.984 cc que a pesar de compartir capacidad con el del anterior modelo, no tiene nada más en común. Empezando por su potencia: 300 CV. Es cierto que el M135i de BMW y sobre todo el A45 AMG de Mercedes-Benz le superan en 20 y 60 CV respectivamente, pero una cosa es comparar datos ficha técnica en mano y otra muy distinta conducirlo.
No hemos probado los otros dos compactos de altas prestaciones alemanes, pero en el caso de Audi su motor es una auténtica delicia. Su capacidad de aceleración es sensacional, no sólo por esa cifra redonda de caballos o por ese dato que brilla como ningún otro en su ‘expediente’: de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos. Es que al trote el nuevo S3 rezuma fuerza, sobre todo en las relaciones más cortas que han sido escogidas por los ingenieros para darle un comportamiento más deliberadamente deportivo y puntiagudo.
Aunque actualmente los hay más potentes que él, Audi sí puede anotarse el tanto de la eficiencia entre los compactos de altas prestaciones. Su consumo medio oficial se homologó con 6,9 litros a los 100 km con el cambio S tronic, lo que supone un tijeretazo de litro y medio respecto al anterior motor ‘dos litros’. A propósito de esta transmisión hemos de decir que aunque sea opcional es altísimamente recomendable respecto al manual porque es tal la potencia que el S3 engulle marchas en altas aceleraciones a una velocidad increíble.
Gloria bendita
Lo comprobamos en el Circuito de Maspalomas, un trazado caracterizado por su gran cantidad de horquillas que suelen convertirse en ‘la prueba del algodón’ para cualquier vehículo que presume de dinamismo y potencia. De lo segundo, confirmado: el Audi S3 es un verdadero cohete que despega entre curva y curva con una sensación de empuje en ese modo Dynamic del selector de perfiles de conducción simplemente espectacular.
Sobre su agilidad, ya el comportamiento en carretera del nuevo A3 nos enamoró por la nobleza de su tren delantero. Así que en el caso del S3 sólo podemos confirmar esas buenas sensaciones que proporciona la dirección progresiva cuya relación de transmisión varía según el ángulo de giro. Su funcionamiento, aunque complejo en lo técnico, se traduce a efectos de conducción a una ley muy sencilla: a mayor ángulo, menor asistencia. Como el talante del motor, este punto también está sometido a las preferencias del conductor a través del selector de perfiles de conducción Audi Drive Select.
Volviendo a esa posición Dynamic hay que decir que lo que en carretera parece ser un comportamiento nervioso y áspero, en un circuito se convierte en gloria bendita. Si en diseño nos preguntábamos si este modelo hace méritos suficientes para cambiar la A por la S en su nombre, en lo que a rendimiento dinámico se refiere no nos atrevemos a ponerle un pero. ¡Ni uno!
Entre algodones
Aunque los fabricantes han entrado en esa espiral de incremento de potencia en sus versiones de altas prestaciones, hay un tipo de conductor que se siente atraído por estos vehículos porque ofrecen un buen punto intermedio entre deportividad y utilidad, con ese punto extra que da la exclusividad, el separarse del resto. Decimos esto porque en Audi siguen teniéndolo muy presente y a pesar de ese fabuloso motor, electrónica y bastidor envuelven al S3 entre algodones para hacerlo ‘apto para todos los públicos’. Por lo menos para aquellos que saben valorar qué es tener 300 CV trotando bajo el capó...
Para aprovecharlos de la manera más segura y también más eficaz, el S3 va indisolublemente unido a la necesaria tracción total quattro. Y es que la verdad es que no nos imaginamos esa explosión de potencia en un coche de tracción delantera. Es innegable que respecto a otros vehículos de similar tamaño y menor potencia que hemos probado, éste resulta especialmente estable a la hora de acelerar a la salida de un viraje, algo que la marca achaca en parte a este dispositivo que emplea un embrague multidisco también de nuevo desarrollo.
La frenada tiene un primer tramo de pedal hecho para una conducción normal, pero hay que pisar con un poco más de brío si se va ‘atacando’. En este sentido el Audi S3 pasó con nota el examen del Circuito de Maspalomas que en su variante corta castiga mucho los frenos.
Es raro que en MotorEnLinea.es hablemos del sonido de un motor menos cuando se trata de versiones deportivas. En este caso lo merece. Con el selector de perfiles de conducción en modo ‘dynamic’ el rumor se vuelve más áspero, algo especialmente perceptible al acelerar con vigor o en los rápidos cambios de marcha del S tronic. Cuesta definirlo con palabras, así que lo mejor es que lo escuchen en nuestro canal de Youtube.
Lo peor de este coche es, sin duda, el momento de despedirse de él. Después de unas cuantas vueltas con el cuchillo entre los dientes, toca poner el modo Comfort en el selector de perfiles de conducción –e incluso el Efficient si nos entra remordimientos por la gasolina que hemos ‘quemado’ en pista– y poner dirección a Las Palmas de Gran Canaria a velocidad de crucero. En autopista el S3 puede pasar por un coche normal, pero después de haber visto de qué es capaz encerrado en un circuito no puedes evitar conducir con una maliciosa sonrisa porque sabes que hay 300 CV esperando tu señal.
Agradecimiento muy especial al Circuito de Maspalomas y todo su personal por facilitarnos sus instalaciones para hacer esta prueba de una manera más segura y cómoda.
