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Uno de los focos de interés que proporcionará el Salón del Automóvil de Ginebra para los amantes de los deportivos será el stand de Audi. Allí y entre numerosas novedades se exhibirá el nuevo TT que tal como adelantan sus responsables, se trata de una profunda reinterpretación de los rasgos originales de la carrocería de la primera generación.
En esencia y a la vista del primer boceto descubierto por el fabricante, de lo que no hay duda es que es un TT. La parrilla singleframe más ancha y plana, los dos trazos curvos formando una V sobre el capó así como las ranuras de aire y los nuevos faros en opción con tecnología LED o su precursora Matrix LED conforman los principales rasgos de la nueva identidad del deportivo. En los flancos los arcos de rueda vuelven a ser elementos diferenciados de la carrocería mientras en la zaga ahora la tercera luz de freno, en línea horizontal, une los grupos ópticos situados a ambos extremos. Todas las variantes mecánicas llevan dos amplios tubos de escape en el difusor. Como todos los modelos S de Audi, el TTS dispone de cuatro tubos de escape.
A bordo y desde una vista cenital, el salpicadero se asemeja al ala de un avión. Las salidas de aire redondas incorporan los mandos del aire acondicionado. Esta solución junto con la supresión de la pantalla del MMI, ahora sustituido por el Audi virtual cockpit, descubren un nuevo decorado en el habitáculo.
La tercera generación del Audi TT se distingue por tanto por sus líneas más afiladas, que han sido definidas de forma más precisa.
