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Potencia bajo control

  • Motor bóxer 2.5 litros turboalimentado de 300 CV y 407 Nm de par

Después de un largo periodo de desarrollo, Subaru ha puesto fecha para el lanzamiento definitivo de la cuarta generación del WRX STI. Será el próximo mes de mayo y fiel a su trayectoria promete nuevas y más fuertes emociones. En esta ocasión y atendiendo al lema acuñado durante su proceso de fabricación ““Pure Power in your control”,  la marca japonesa hace especial hincapié en que junto a sus altas prestaciones conviven otras consideraciones  que tienen que ver con el control y seguridad convirtiéndolo en más preciso, eficaz y divertido.

Junto a su nuevo diseño exterior e interior, el salto cualitativo experimentado por el nuevo WRX STI pone el acento en la mejora de su comportamiento dinámico y respuesta del motor. Dos premisas a las que suman un mayor equipamiento y mayores medidas de seguridad.

Respecto a lo primero, Subaru ha trabajado sobre una serie de conceptos básicos que mantienen el mencionado compromiso de deportividad bien entendida.

En este sentido, la dirección, de tipo hidráulica, ahora es más precisa y rápida al reducir el número de vueltas que pasa de 2,8 a 2,5. Otro de los aspectos es el balanceo. La suspensiones han sido rediseñadas y reforzadas consiguiendo mayor eficacia y seguridad en el paso por curva lo que junto al aumento de rigidez del chasis se convierte, según informan, en un inmejorable nivel de adherencia.

Todos estos aspectos han sido puestos a prueba en el circuito de Nurbürgring, con la supervisión del equipo de competición STI y la colaboración del cuatro veces campeón del mundo, Tommi Makinen.

En paralelo a las cuestiones sobre  su comportamiento, el otro gran aspecto tomado en consideración ha sido la mejora de la gestión electrónica y la respuesta del motor bóxer de distribución variable de 2.5 litros turboalimentado de 300 CV y 407 Nm de par máximo. La entrega de potencia, indican, es ahora más lineal e inmediata lo que le permite alcanzar los 100 km/h desde parado en tan solo 5,2 segundos. La velocidad máxima se establece en 255 km/h. Este se asocia a una caja de cambios manual de seis velocidades.

La tracción integral permanente simétrica consigue repartir toda esa potencia que se transmite al suelo. Además el conductor puede adaptar el comportamiento según sus preferencias y el tipo de superficie sobre el que transite mediante dos sistemas: el ‘Drivers Control Centre Differential’ que configura el reparto de par entre ejes del diferencial central autoblocante y el ‘SI Drive’ que permite elegir entre tres tipos de respuesta del motor. Para dominar su respuesta cuenta con frenos ventilados Brembo de 326 mm delanteros y 316 mm traseros que resisten mejor a la fatiga y incorporado, a su vez, una bomba de freno mayor.

Como apuntábamos al principio, el nuevo WRX STI materializa el concepto de potencia bajo control complementando distintos sistemas de seguridad como el control dinámico del vehículo VDC desconectable que añade por primera vez la función Active Torque Vectoring. La gran rigidez del bastidor, las nuevas zonas de absorción de impactos y el nuevo airbag de rodilla, adicional a los airbags frontales, laterales y de cortina, sirven para obtener la máxima puntuación en los test de choque.

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