“Parece que esté aquí la Belén Esteban”. Aunque consciente de lo que mueven los rallys en las islas, Miguel Fuster no deja de sorprenderse de la expectación que genera esta carrera. Ante un muro de medios de comunicación y aficionados el piloto 
alicantino presentó su equipo en el Centro Porsche Canarias junto a Boris Flick, del Grupo Flick, y el gerente del concesionario, Gonzalo Delgado.
Un año después de que en este mismo lugar se presentaran un total de cuatro unidades del 911, los de Vallejo, Fuster, Concepción y el alemán Mattias Kahle, el Centro Porsche ocultaba bajo una lona el único GT que se mantiene en el Campeonato de España de Rallys. “Es el efecto Zapatero”, bromeaba Fuster, uno de los pocos pilotos que no se siente incómodo ante la condición de favorito en esta cita. “No hay que olvidar que estos tramos son para este tipo de coches así que sobre el papel mi Porsche es uno de los favoritos. Eso sobre el papel, pero luego pueden pasar mil cosas”.
Pero ¿favorito en qué? ¿En el nacional? ¿En la general scratch del rally? “Si puedo ganar el rally por delante de los Súper 2000 por supuesto que iré a por él. Ahora, si llego justo al último tramo, con los IRC a pocos segundos tendré que centrarme y pensar en el Campeonato de España”, aclaró el alicantino. Con las referencias de los dos últimos Príncipe de Asturias, el de Porsche cree que los Meeke, Hanninen, Kopecky y familia “están en otro nivel”, aunque por las características de nuestros tramos tiene la esperanza de poder estar con ellos.
Cambios… a la derecha
El nueveonce permanece prácticamente intacto respecto al año pasado, pero eso a Miguel no le importa porque está convencido que la base del coche era la correcta, pero él necesitaba adaptarse a él. “Si empezamos ganando como ganamos en Alicante es porque he mejorado mucho. Conduzco como me pide este coche que conduzca y ahora me empiezo a encontrar realmente cómodo. Además tenemos el Porsche más por la mano y prueba de ello es que si el año pasado estuvimos cuatro días trabajando en el coche, éste, desde que hemos llegado apenas lo hemos lavado y poco más”.
El mayor cambio lo tiene a su derecha, en el baquet del copiloto. Tras casi quince años junto a José Vicente Medina, sus deberes familiares y la necesidad de involucrarse más con la empresa en la que trabaja hizo que Fuster tuviera que recurrir a otro paisano: Nacho Aviñó. El valenciano ha leído las notas de su hermano Manuel durante un lustro y ni el Porsche ni este rally le son ajenos, ya lo corrió el pasado año aunque con poca fortuna.
