Que nadie piense que la victoria absoluta, la enésima de su carrera deportiva, lograda en Maspalomas este pasado sábado ha colmado la sed de triunfos de José Mari Ponce. El piloto de BMW no se plantea abandonar la competición, en todo caso bajar ‘otro cambio más’ y participar en un menor número de pruebas, aunque eso sí, con el Porsche de Copi Sport.
Sí, sabemos que es un runrún que viene de largo, pero con el equipo de Fernando Capdevila en plena fase de reformas y con un programa deportivo en construcción, en este invierno pueden darse las condiciones para que ambos lleguen a un acuerdo y por fin los aficionados puedan ver a Ponce al volante de un GT.
“Sí puede ser la última prueba que hago en Canarias con el M3”, declaró de manera categórica José Mari en los micrófonos de Radio Canarias este pasado lunes en el programa Kilómetro 103. “Para que eso ocurra sólo estoy pendiente de que Fernando Capdevila responda a la oferta que le he hecho para correr dos carreras con el Porsche en 2015 que se pueden convertir en tres. Él está estudiando las distintas alternativas que tiene para esa próxima temporada y yo estoy pendiente de su contestación para decidir si vendo el M3 o no”, explicó.
Posteriormente Fernando Capdevila explicó qué condiciones han de darse para que pueda germinar ese mini programa de dos o tres rallies de Ponce con el 997 GT3 que las últimas tres temporadas ha estado en manos de Enrique Cruz. Que se cierre o no esta posibilidad es la clave para que el BMW M3 de Ponce acabe viajando a Madrid para quedarse allí para siempre. “Yo tenía la intención de haber corrido el Rally Comunidad de Madrid si todo se cerraba y dejar allí ya el coche, pero esto se sigue prolongando en el tiempo y ni tengo que meterle prisa a nadie ni tampoco yo tengo prisa por vender el BMW”, afirmó.
También fue claro al asegurar que no pasa por su cabeza el retirarse ya tras este triunfo en Maspalomas y que su plan de cara al año que viene es reducir aún más su agenda. “Haré las dos o tres pruebas que para mí sean más significativas y así ir quitándome el gusanillo de las carreras poco a poco”. Su intención, como reveló durante esta entrevista, es empezar el año en el Rally Islas Canarias, “porque es largo y con los kilómetros suficientes para poder ir haciéndome a este coche”.
Respecto al pasado Rally de Maspalomas, Ponce explicó que después de dos pruebas, las de Teror e Isla de Tenerife, en las que su BMW estuvo dando problemas, detectaron que se trataba del altímetro y que, un vez reparado, éste volvió a funcionar a la perfección. Aún así, no fue una carrera sencilla, ya que sólo horas antes del arranque había estado convaleciente por un virus estomacal que lo había tenido KO.
El campeón de España de la temporada 1991 sí afirmó sentirse sorprendido porque a lo largo de la etapa del sábado tuvieron “más facilidades de las esperadas”. “Ningún vehículo estuvo cerca de nosotros, de ahí esa diferencia de más de un minuto que nos hizo no emplearnos a fondo”.
Ponce se mostró contrario al hecho de que “el mal llamado tramo espectáculo” cuente de cara a la clasificación final. “Ya se lo he dicho en distintas ocasiones al organizador, que primero es un rally y los rallies son como son, sobre todo en pruebas como ésta que son al sprint y en las que no puedes regalar nada”. En este sentido afirmó que quizá en el futuro este tramo que viene abriendo el Rally de Maspalomas debería plantearse de otra forma precisamente para favorecer el espectáculo.
