Peugeot ha sometido a una profunda transformación al 2008 DKR, vehículo con el que la marca inició una nueva aventura en competición con el Dakar como principal objetivo. La edición 2016 cambia buena parte de su morfología, mejora sus prestaciones pero se mantiene fiel a su filosofía de dos ruedas motrices.
En esencia, el 2008 DKR16 es más ancho, más largo y más potente. Las vías se han ampliado y presenta una distancia entre ejes mayor. Los voladizos delantero y trasero son todavía más cortos que en la versión anterior mejorando su capacidad para franquear obstáculos. También la aerodinámica ha sido revisada, el capó delantero y la toma de aire sobre el techo se han modificado para mejorar la evacuación del aire.
Hurgando más en su interior y bajo la piel de carbono de su carrocería se descubre también una nueva suspensión capaz de enfrentarse a los terrenos más accidentados y unas nuevas llantas monobloque de magnesio. El motor V6 de tres litros bi-turbo diésel mantiene el diámetro de la brida intacto sin embargo eleva su potencia al tiempo que amplía su rango de utilización.
Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Cyril Despres han liderado de manera activa las pruebas de su nueva montura. Algunos componentes del Peugeot 2008 DKR16 se probaron ya con éxito en los coches ganadores del China Silk Road Rally.
El director de Peugeot Sport Bruno Famin explica la filosofía que ha guiado esta transformación: “No hay un cambio más importante que el resto. Se trata realmente de una serie de evoluciones en diferentes aspectos de las que esperamos que, en conjunto, conformen una importante mejora global. Los puntos en que nos hemos concentrado son la estabilidad del coche y la elasticidad del motor”.
“Nuestro nivel de preparación es mucho mejor que hace un año, antes de nuestro primer Dakar. Entonces todo era muy nuevo para nosotros. Y sabemos que todavía nos queda mucha experiencia que acumular antes de estar listos para afrontar un Dakar del que sabemos que tanto el recorrido como las condiciones de carrera serán muy variados”.
Stéphane Peterhanel está impaciente por empezar a correr con esta nueva versión 2016: “Se nota perfectamente que el coche es más largo, más ancho y con el centro de gravedad más bajo: es un coche mucho más estable, lo que nos permitirá ser más rápidos en el paso por curva. También se notan las diferencias a nivel de motor: no sólo es más potente sino que resulta más fácil aprovechar toda esta potencia desde regímenes más bajos. Ahora nos tocará a nosotros aprovechar los caballos de la manera más eficaz, lo que no deja de ser un agradable desafío. No hemos alcanzado todavía el máximo de nuestra capacidad pero hasta ahora las pruebas han sido muy productivas”.
