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El cuartel general del equipo DISA Copi Sport va a recibir en breve el Porsche 997 GT3 con el que Enrique Cruz ha logrado cuatro títulos consecutivos de montaña y otros dos de rallies. Este coche, sin embargo, dista mucho de ser el mismo que el 18 de enero se embarcó a Italia; tras su paso por la empresa italiana BRC, especialista en la adaptación de vehículos al uso del gas licuado de petróleo, este GT va a ser uno de los coches más especiales no sólo del equipo tinerfeño, también de todos cuantos compiten en Canarias.
“Desde DISA me pidieron hacer cosas nuevas y les planteé esto que en principio parecía una locura y que, poco a poco, fue tomando cuerpo hasta ser hoy una realidad”, explica Fernando Capdevila, director del equipo DISA Copi Sport. El objetivo final que manejan tanto él como la empresa energética canaria es que iniciativas como ésta ayuden a extender el uso del gas licuado de petróleo, una fuente de energía alternativa y que tiene numerosas ventajas. Entre ellas, un menor índice de emisiones, un coste del carburante menor, así como una prolongación de la vida útil de los motores al haber un menor desgaste.
Así como el bioetanol –del que su equipo también fue pionero en España en su uso en rallies– no ha cuajado como combustible alternativo entre los conductores de a pie (sí se sigue usando en competición), se espera que la mayor demanda acabe motivando la ampliación de la red de distribución que, en Canarias, aún sigue siendo limitada. “Este proyecto quiere dar visibilidad a las ventajas de este tipo de carburante. El beneficio no va a ser tanto para Enrique, sino para toda la gente que va a comprobar que el autogas no merma las prestaciones del vehículo con la ventaja de un menor desgaste mecánico y un menor coste del combustible que está en torno al 40 por ciento de lo que cuesta la gasolina convencional. Y además, con unas emisiones reducidas”, razona.
La transformación ha sido bastante profunda. En absoluto lo sencilla que es en un coche de serie convencional. “Ha sido muy ambicioso”, confirma Capdevila, quien quiso recurrir a un especialista con experiencia ya en la aplicación del GLP en la competición. “Contactamos con el que, a mi entender, es el mejor especialista del mundo en proyectos de gas, Fuel System Solutions, que tiene su sede en Estados Unidos pero que tiene una pequeña división de competición en Italia”.
Con experiencia en máquinas de lo más pequeño hasta otras enormes como locomotoras, en rallies BRC sólo ha tenido el precedente del Ford Fiesta R5 de Giandomenico Basso. Pero un Porsche eran palabras mayores... “Me dijeron que para ellos era un reto, y para nosotros también, así que cerramos un acuerdo. No tiene nada que ver porque hasta ahora montaban sistemas de serie, unos kits de los que llegaron a montar 15.000 unidades al mes. Pero la competición es otra cosa completamente distinta y se tuvieron que inventar cosas nuevas. El resultado ha sido bueno y lo que probé en Italia me gustó mucho”, añade el manager de DISA Copi Sport.
El cálculo del equipo y de BRC es que, debido a las particularidades del GT, con esta transformación el Porsche pierda en torno a un tres por ciento de su potencia, algo anecdótico dado su poderío. Conserva el depósito de gasolina porque, para arrancar, el gas licuado ha de calentarse para recuperar el estado gaseoso con el que accede al interior del propulsor. “Esto conlleva una transformación en unas cámaras de intercambio que necesitan del propio calor del agua del sistema de refrigeración del motor. Es una cuestión de pocos segundos”, explica Capdevila. Él, su equipo y el que es su principal patrocinador en estos últimos años, DISA, han vuelto a situar al automovilismo canario a la vanguardia de este tipo de iniciativas.
