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Cabral rompe pero sigue líder en Maspalomas

  • Tanto Bolaños como Armas han hecho una gran segunda sección
  • Alfonso Viera ha sufrido un trompo con toque incluido en el TC6

Después de una primera sección húmeda y muy desapacible, la segunda abrió paréntesis y los equipos, sobre todo los que peor lo habían pasado con la lluvia de la mañana, aprovecharon para enmendar la plana. Alfonso Viera y Víctor Pérez, segundos de la general, se limitaron a apretar un poco más el acelerador del Porsche después de tres tramos con el freno de mano echado. Las sensaciones mejoraron, pero volvieron a ser el tercer equipo más rápido por detrás de José Mari Ponce-Carlos Larrodé y de Miguel Cabral-Jacob Páez, autores del tercer scratch del rally a pesar de hacer el último tramo con la duda de si habían roto un palier de su Mitsubishi Lancer Evo VI. Afortunadamente, el ruido sospechoso no era más que un escape suelto, aunque traería consecuencias más graves en los siguientes tramos.

Esta segunda pasada por Los Corralillos - Las Vallas (15,75 km) sirvió a efectos de la clasificación para que José Mari Ponce siguiera con su cabalgada de vuelta al podio y para apretar a más no poder una batalla que parecía estar decantada de un bando y que en este cuarto tramo volvió al punto de inicio. Vicente Bolaños-Magnolia Herrera se hacían con el mejor tiempo del Grupo N sacándole más de ocho segundos a Eduardo Domínguez-Dailos González que se mantenían líderes de la categoría y terceros absolutos por tan sólo cuatro décimas de segundo. Y eso con José Mari acechando a 15’’ desde la quinta posición…

Muy buen tramo también para Iván Armas y Pity Ramos después de cambiar compuesto de gomas traseras y retocar las estabilizadoras en su M3 cogía aire con el cuarto mejor crono absoluto. El esfuerzo merecía la pena porque de un plumazo Armas pasaba de la decimoctava a la décima y tomando referencias sobre el tinerfeño Roberto González que aguantaba el tipo en esta sucesión interminable de cambios de posición que se repetía en cada tramo para seguir noveno. En el baile Barrios subía a la séptima -rehaciéndose de esa mala monta de neumáticos de la primera sección- y Quesada caía a la octava, aunque la peor parte se la llevaban Sene Cazorla y Yessi Luzardo al dejarse más de dos minutos perdiéndose en lo más profundo de la general.

Vuelta a las andadas

Haciendo honor a el lema grancanario del continente en miniatura, en San Bartolomé – Ayacata (13,3 km) volvía la lluvia a este rally de continuos cambios, y no sólo en el cielo. Miguel Cabral, que había llevado hasta más allá de los cuarenta segundos su ventaja llegaba a la meta de este quinto tramo desolado: “El coche se ha roto. Creo que es el turbo”. El de Mitsubishi mantenía el liderato sin tocar casi su ventaja, pero con una especial más por delante y sus correspondientes enlaces, no lo iba a tener nada fácil.

Contra todo pronóstico Alfonso Viera y Víctor Pérez, los que tenían que tomarse este primer rally con el Porsche como un máster acelerado de conducción de un propulsión trasera, se veían como favoritos de cara a la segunda mitad. Pero ojo, que no son los únicos. Cronómetro en mano, Ponce y Larrodé –al margen del segundo tramo donde un problema con el potenciómetro del M3 le hizo perder más de un minuto- le habrían sacado en cuatro tramos 47 segundos. Al completar la quinta especial, José Mari estaba a ‘sólo’ 38. La clave iba a estar, primero, en la capacidad de Alfonso de mejorar sus tiempos; segundo, en la voluntad del ya campeón de entrar en esa batalla y, tercero, de qué condiciones meteorológicas se iban a encontrar en la segunda mitad del rally.

Por detrás, Vicente Bolaños y Magnolia Herrera consumaban el traspaso de poderes en el Grupo N al superar a Eduardo Domínguez, que también empezaba a sentir el aliento de José Mari Ponce desde la quinta plaza, aunque con su verdadero rival de cara al campeonato, José Luis Barrios, a más de cuarenta segundos. Pero en Ayacata no fue ninguno de los dos Evo IX el encargado de marcar el ritmo en Grupo N. El lanzaroteño Rubén Curbelo y su nuevo copiloto Samuel Vega se marcaban un grandísimo tramo con el segundo scratch absoluto, en su caso, sin efectos en la clasificación general.

 Y tras Curbelo y Barrios, más cambios en la tabla. Roberto González rompía su tendencia bajista y escalaba una plaza al superar a Raúl Quesada por segundo y medio. Iván Armas, también en alza, preparaba ya su asalto a esa octava y novena plaza, sobre todo después de hacerse con el mejor crono absoluto en Soria - Cercados de Espino (7,4 km).

Más y más cambios

Aquí, en el cierre de la segunda sección se cumplió aquello de que en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey. Cabral, que llegaba a meta dispuesto a asumir con entereza un buen saco de segundos se encontró con la sorpresa de reforzar su liderato llevando su ventaja al linde del minuto. Y es que, por un lado, Viera y Pérez sufrían un trompo y perdían casi 14’’; por otro, Ponce y Larrodé llegaban a meta muy contrariados porque su M3 volvía a sufrir algún que otro achaque de motor y no corría como un tramo atrás. Todas las conjeturas, todas las cuentas hechas menos de una hora antes se iban al traste porque el líder, a pesar de todo, era más líder todavía.

Con un asfalto en mucho mejor estado, Soria – Cercados de Espino ha tenido dos nombres propios. El primero, el de Iván Armas, un piloto que sigue dando pasos firmes y que en esta sexta especial se hizo con el scratch aprovechando ese vacío de poder, escalando ya hasta la octava de la general. El segundo, el de Vicente Bolaños, enormes en el grupo N a sólo una décima del scratch absoluto de Armas y dando un golpe de timón definitivo para hacerse con la victoria en esta categoría y apuntalando el podio. Sería el segundo en sus dos únicas participaciones con el Mitsubishi Lancer Evo IX.

Más exhibiciones. La de Sene Cazorla, otra vez volando bajo en su tramo, tercero con el Renault Mégane superando a coches muy superiores. Aunque si hablamos de diferencias mecánicas, la palma se la lleva Raúl Quesada, que en este tramo en bajada era el séptimo más rápido con su Renault Twingo R2. Su actuación tuvo reflejo inmediato en la lucha por una clasificación general que sufría su enésimo cambio, con Armas y Quesada empatando en tiempo en esa lucha por la octava plaza y, décimo a 6,3’’.

Y como la suerte va por barrios, Eduardo Domínguez se descolgaba de esa lucha con Bolaños al sufrir un trompo, aunque conservando la cuarta absoluta frente a Ponce. Más importante para el tinerfeño, los 14’’ que cedían a José Luis Barrios, séptimo absoluto por detrás de Rubén Curbelo. 

Más allá de la décima plaza, Samuel Marrero y Víctor Déniz son undécimos por delante de los sorprendentes Carlos Santana-Cristo Gutiérrez (Renault Clio Williams), superando a su vez al líder de la Copa Toyota ENMA, Noé Armas-Moisés Mejías, con 13,5’’ sobre Ayoze Benítez-Joel Benítez y, a más de un minuto, Leandro Santana-Omar Godinho. Encuadrados tanto en esta copa como en el Trofeo de Promoción, Santana es segundo en éste último apartado a más de medio minuto de Aythami Afonso-María Hernández y con Francisco López-Eduardo González terceros en su debut con el Renault Mégane ex Ángel Marrero.

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