DEPORTE
WRC

¿Qué hay tras la marcha de Volkswagen del WRC?

  • No hay que menospreciar el impacto económico del 'dieselgate'
  • Hasta ahora, sus prototipos no estaban a disposición de otros equipos

Asumido ya que Volkswagen Motorsport aparcará su programa en el Mundial de Rallies cuando la temporada toque a su fin en Australia, es momento de analizar las razones y las consecuencias de esta medida que la propia marca ha confirmado a través de un comunicado de prensa después de días de rumores.

Nadie duda de que el ‘dieselgate’, el escándalo sobre las emisiones de sus propulsores diésel, ha planeado alrededor de la decisión de frenar en seco la trayectoria del Polo R WRC y también la de Audi en el Mundial de Resistencia. Hay quien cree que esa apuesta por tecnologías de futuro es una estrategia para mejorar su imagen, pero ¿realmente merece la pena extinguir el programa deportivo que más éxitos ha reportado a la marca de Wolfsburgo por esta razón?

El escándalo no sólo hizo mella en la imagen de la marca –especialmente en Estados Unidos–, también ha tenido un coste económico. Ese impacto ha de amortiguarse de alguna forma y antes que hacerlo en investigación y desarrollo para futuros modelos (con la consiguiente pérdida de competitividad de su catálogo a medio y largo plazo en un momento en el que se ha intensificado el proceso de electrificación), se ha hecho recortando en diferentes ámbitos y uno de ellos ha sido el ‘motorsport’. 

No hay que menospreciar ese impacto económico porque eso explica el nuevo papel que el departamento de competición con sede en Hannover va a desempeñar a partir de ahora. “Nuestra visión está firmemente en el futuro, porque somos conscientes de los grandes desafíos que enfrenta toda la empresa. Queremos que nuestra realineación contribuya al éxito de la marca Volkswagen. A partir de ahora, el enfoque se centra en las futuras tecnologías en competición y en nuestra gama de carreras clientes”. No son palabras de ningún miembro del Consejo de Administración de la marca alemana; son de Sven Smeets, el director de Volkswagen Motorsport. La lectura no puede ser más clara: el área de competición ha de ser útil al fabricante en términos de desarrollo y también generar ingresos.

La primera tiene toda la lógica, puesto que muchos fabricantes vierten cantidades ingentes de dinero en sus departamentos de competición porque, además de reportarles beneficios en términos de imagen, las carreras son un buen laboratorio para poder desarrollar tecnologías que, al final de la partida, acaban llegando a los coches de serie. El desembarco de Audi en la Fórmula E es un buen ejemplo de ambas cosas. 

La duda es qué destino se le va a dar a Volkswagen dentro de esa estrategia de competición para ser útil en ese plan de electrificación de su gama de coches de serie. Quizá, si el Mundial de Rallies hubiera ingresado ya en una era híbrida habría podido encajar en estos nuevos planes de Volkswagen.

Una nueva filosofía

La segunda lectura supone un cambio radical en el enfoque que ha tenido hasta ahora Volkswagen Motorsport. Cuando cortó todo lazo con los raids en 2011 tras ganar el Dakar de manera consecutiva en tres ocasiones, no quisieron saber nada de poner sus Touareg en manos de equipos privados previo pago de una gran cantidad de dinero. Ni siquiera a alguien de la casa como Nasser Al-Attiyah.

Sus Polo R WRC tampoco han estado a disposición de nadie en estas cuatro temporadas arrasando en el Mundial de Rallies. Pero a partir de ahora, Sven Smeets va a tener que crear un ala ‘carreras cliente’ cuya finalidad, para qué negarlo, va a ser sacar rentabilidad a este departamento. Como llevan haciendo hace mucho Peugeot o Citroën, como ha empezado a hacer ya Hyundai o como sabe hacerlo Skoda Motorsport, una rama del negocio del grupo automovilístico alemán de la que ahora va a tener mucho que aprender.

Ahí entran los Golf GTI TCR de circuitos, el Beetle GRC de Rallycross y el futuro Polo R5, un coche del que sólo se sabe que partirá de la base de una nueva generación del Polo, que se empezará a desarrollar en 2017 y que competirá ya en 2018. Por ello no parece del todo descabellado que, esta vez sí, ponga a disposición del mejor postor ese Polo R WRC hecho a medida del nuevo reglamento técnico del mundial, más aún cuando, como cuenta Nacho Villarín en Marca, se va a seguir con su homologación.

 

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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