Como ya se barruntaba ayer por la tarde, cuando tuvo que neutralizarse la segunda mitad de la etapa en vista de los lodazales que se habían formado a causa de la lluvia, los responsables del Dakar han tomado la decisión (como ocurrió el pasado año, nada más comenzar el rallye) de anular la sexta especial, que se había trazado entre Oruro y La Paz.
Las intensas lluvias que se están precipitando estos días sobre el altiplano boliviano han dejado los caminos impracticables. De hecho, fueron muchos los corredores que quedaron atrapados ayer en el barro hasta bien entrada la noche.
Ante esa tesitura, la organización ha resuelto suspender la tercera etapa que iba a discurrir por la geografía del país andino.
Previsiblemente, la prueba se reanudará el próximo lunes, desde La Paz, después de la jornada de descanso programada mañana en la capital de Bolivia.