MOTOS
Prueba

Ducati Diavel, sin concesiones

  • Motor Testastretta de 162 CV de potencia y 127,5 Nm de Par.
  • Neumático de inspiración en MotoGP de 240mm.

El anecdotario cuenta que cuando se creó en 1995 la que hoy se ha convertido en una de las naked más codiciadas, la Monster, fue el sorprendido comentario de un operario de la planta de Borgo Panigale quien dio nombre a este modelo, ‘É un monstruo’. Desde entonces y por si acaso, a nadie se le había ocurrido abrir la boca para dar su opinión sobre los sucesivos lanzamientos que ha experimentado Ducati en estos últimos 16 años. Pero con la Ducati Diavel tuvo que ocurrir algo parecido. Un seudónimo proveniente del habla local (Diavel=diablo) que expresa un sentimiento de desconfianza e incluso de turbación ante lo desconocido y que sin duda se ha convertido en uno de los mayores desafíos para la marca italiana.

Los primeros consternados fueron los propios ducatistas. Los rumores apuntaban a un giro en la concepción de su nuevo modelo sobre un especie que no era del agrado de los puristas. ¿Una cruiser? Las primeras imágenes empezaban a arrojar cierta luz sobre un modelo denostado por unos y celebrado por otros, aliviando la desazón de todos los bandos afines y acallando los rumores ante la imagen que empezaba a descubrirse ante sus ojos. Quizás no fuera esa moto pomposa, pesada y mastodóntica que encarna ese primer calificativo.

Su presentación en Canarias el pasado mes de marzo fue toda una revelación. La sensación fue de auténtica sorpresa y las fotos de las que habíamos dispuesto hacían un flaco favor a lo que por aquel entonces se reveló ante la mirada inquieta de los allí presentes. Y así lo expresamos en su momento, la Ducati Diavel en acabado Carbon, la misma con la que hemos realizado nuestro recorrido, no había dejado a nadie indiferente. Efectivamente, la moto sorprende y mucho, e intentar catalogarla nos parecía entonces una ingenuidad y lo que es peor, toda una osadía.

La etiqueta de cruiser quedó entonces en un profundo y olvidado plano. Un atributo que podríamos sustituir por polivalente, añadiendo un para todos y para todo, sin miedo ahora a equivocarnos. Si es verdad que se trata de una auténtica bestia que impone al primer golpe de vista. Un sentimiento que se desvanece de forma progresiva una vez te sitúas sobre ella. La baja posición de conducción hace que sus más de 200 kilos de peso desaparezcan entre tus piernas. Es entonces cuando el nuevo conjunto de escape en acero inoxidable inicia su familiar sintonía y muy poco a poco, comienza una doma a la que contribuye el selector situado en el manillar izquierdo. Escogiendo entre los modos Sport, Touring o Urban, al igual que ocurre con la Multistrada, la moto adopta un carácter que se acentúa o se disipa en función de la entrega de potencia, materializada a través de su motor Testastretta de 1.198 cc y 162 CV de potencia, y al control de tracción (Ducati Traction Control).

En esa escala, en modo Sport la Diavel hace uso de todos los recursos a su disposición para disparar los índices de adrenalina hasta límites insospechados. Potencia al máximo y control al mínimo, con un grado de inclinada que impone respeto (70 grados) pero que a su vez encierra un fuerte componente de seguridad, mientras el tacto del acelerador (Ride by Wire) no admite distracciones. Todo para caer rendidos ante la evidencia de que se trata de un conjunto con un comportamiento que ya quisieran para sí algunos modelos de los llamados superdeportivos. En Touring el motor mantiene los 162 CV pero ralentiza de forma evidente sus reacciones. La potencia se entrega de forma más dosificada y el control de tracción se mantiene en un nivel medio aceptable. Inapreciable si no es estrictamente necesario. La simple visión del modo seleccionado en la pantalla situada bajo el habitual cuadro de instrumentos, invita a relajar los músculos. Como si hubieras navegado bajo una brutal tormenta y de repente el tiempo tornara para disfrutar de una plácida travesía en barco. En modo Urban, la electrónica limita su potencia y el indicador del DTC nos muestra un 5 (máximo control) tornándose todo más dulce y placentero. Todo lo dulce y placentero que comparativamente puede ofrecer una motocicleta con 100 CV de potencia, bicilíndrica y con 127,5 Nm de par callejeando por las tupidas calles de cualquier ciudad. Los diferentes mapas de motor incluyen además la posibilidad de ajustarlos de forma personalizada a las características de cada usuario, una cualidad que maximiza una de sus principales prioridades que es el poder contar de una moto versátil y adaptable a distintos niveles de pilotaje.

La pantalla TFT cuenta además, en lugar destacado, con un indicador de la marcha engranada. Un detalle que nos permite introducir el suave funcionamiento del cambio en baño de aceite y con función anti rebote, simplemente sobresaliente. La frenada, como es habitual cortesía de Brembo, se atribuye en el tren delantero a dos discos de 320 mm con pinza de anclaje radial. La intrusión del ABS es prácticamente imperceptible, desconectable y al igual que los mapas de potencia, programable para dosificar su grado de actuación. En la parte trasera el disco es de 265 mm también firmada por Brembo. Con pinza de dos pistones se convierte en muchos casos en anecdótico aunque siempre necesario.

Llaman potencialmente la atención los poderosos brazos de la horquilla Marzocchi, de 50 mm de diámetro y regulable en compresión, rebote y precarga, es capaz de copiar cada centímetro de la carretera y permitirnos cambiar la trazada sin apenas esfuerzo. También cualquier degradación o bache en el asfalto, un  detalle que debíamos haber tenido en cuenta a la hora de escoger el recorrido donde realizamos nuestro recorrido. ¡Qué mal están algunas carreteras! El conjunto formado por el basculante monobrazo y el monoamortiguador trasero Sachs situado en posición horizontal ya es la monda. A pesar de contar con una distancia entre ejes superior a la media, su funcionamiento junto al neumático trasero de doble compuesto de 240 mm inspirado en el utilizado en el mundial de MotoGP, ponen su capacidad de maniobra en un pedestal difícilmente alcanzable.

Con todo, la nueva Ducati Diavel nos parece ahora mucho más cercana. El acabado en carbono de la unidad de prueba es el rasgo definitivo a la hora de alcanzar un estado de exquisitez en el detalle difícilmente comparable. Si le buscas un pero no se lo vas a encontrar y eso dice mucho de una firma que quiere ser reconocida por crear modelos únicos en su clase, empecinados en romper moldes y crear escuela.

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