Yeray Lemes y Rogelio Peñate han alcanzado su mayor logro internacional desde que compiten en rallies. Aunque se les ha escapado el premio gordo de correr en 2014 con un Fiesta R5 de M-Sport reservado al ganador del FIA Junior World Rally Champioship, no hay que restarle importancia a un subcampeonato mundial que los vuelve a poner bajo el foco de algunos equipos.
Viendo los números de los canarios en la segunda mitad de la temporada es evidente que sin los pinchazos de Portugal o la maldición de los amortiguadores de Grecia, el título podría haber caído perfectamente en sus manos. Desde que el JWRC cambió la tierra por el asfalto, su ritmo ha sido demoledor. De largo, el mejor de todos los equipos incluido el de Pontus Tidemand y Ola Floene, los campeones de esta edición.
Lemes y Peñate han acumulado dos terceros puestos y una victoria en los rallies de Alemania, Francia y España, un parcial que es mucho mejor aún si atendemos al número de scratch logrados. Los canarios fueron los mejores en cinco tramos en la primera cita de asfalto, siete en Alsacia y otros siete en el RallyRACC; 19 en total por los diez de ‘Cohete’ Suárez y los seis de un Tidemand que, hay que recordarlo, ha tenido una amplia ventaja en la provisional y no necesitaba jugársela como los dos equipos españoles. En el cómputo global de las seis citas del JWRC han obtenido 24 scratch, algunos muy importantes.
Y es que para los que se siguen aferrando al lastre del inglés y su forma física para negarle un futuro mundialista, un dato para reflexionar: en el mundial júnior sólo se han celebrado tres tramos con una distancia superior a los 40 kilómetros. En los tres Yeray Lemes marcó el scratch: ‘Kineta-Pissia’ en Grecia, de 47,7 km; el primer paso por el tramo alemán de ‘Arena-Panzerplatte’, de 41,08 km; y las dos pasadas por ‘El Priorat’, de 42,04 km en este último Rally de España. Puede no tener una figura espigada, pero es innegable que el lanzaroteño tiene fondo suficiente como para marcar distancias en súper tramos como estos tres.
Hay quien puede achacarle al estilo de pilotaje de Yeray que es tan agresivo que es quien más castiga neumáticos y suspensiones. Puede que sea así, pero es el único de los tres equipos de cabeza que no ha tenido ni una sola salida de carretera. Sabe su límite y puede que éste se encuentre por encima del de los coches que ha venido conduciendo en sus últimas aventuras en el campeonato júnior ya sea con el formato actual o el de la WRC Academy de 2011. La solución es sencilla: subir un peldaño y probar suerte con un coche superior a un R2. ¿Quizá un R3?