¿En qué piensan las mujeres cuando entran en un concesionario en busca de un coche nuevo? Pues piensan en muchas cosas y ninguna lo hace siguiendo un mismo patrón de selección. Las hay que priorizan el espacio; otras se dejan llevar por soluciones funcionales; la estética también es un argumento de peso antes de entrar a valorar otras cuestiones como el equipamiento, la seguridad o la eficiencia; y también hay conductoras que priman el carácter estatutario que tienen los vehículos de corte Premium. La inmensa mayoría de ellas buscan precio, fiabilidad y economía de consumo.
En la edición especial publicada hoy en los periódicos La Provincia y La Opinión se desmontan muchos de los tópicos que envuelven a estos coches que tienen un especial atractivo entre las mujeres canarias. Para empezar, no es cierto que ellas empiecen a examinar un vehículo al revés que lo hacen ellos, es decir, desde atrás hacia delante dando una mayor importancia al maletero. Acostumbradas a paladear un buen diseño hasta en lo más cotidiano, su nivel de exigencia en este punto es considerable y quienes trazan las líneas de las principales marcas han creado coches con esa capacidad de atracción.
Otro cliché que cae es el de la mujer como simple asesora sin voto en la elección de un coche familiar. Todo lo contrario. Practicantes en muchos de los casos de la llamada ‘compra inteligente’, aquella que prima factores puramente objetivos frente a otros emocionales, su juicio tiene el mismo peso, o más en algunos casos, en la decisión de compra. Entre otras cosas porque tienen acceso a mucha información.
Algunas revistas de corte femenino y sobre todo Internet son una puerta de acceso a muchísimos datos, imágenes y foros de opinión libre a la que acceden a diario. En este sentido, esa demanda de información ha originado espacios específicos para la mujer y desde una perspectiva femenina. Incluso las marcas han sabido cazar al vuelo ese interés creando versiones y series especiales dirigidos a colmar esas expectativas de las conductoras más exigentes.
En realidad, el tiempo y la propia industria de la automoción está dando a la mujer el lugar que se merece y que le deben. Porque –y aquí cae otro cliché– ¿saben que el primer coche que hizo un viaje de larga distancia lo condujo una mujer? Fue Bertha Benz, la mujer de Karl Benz, inventor del automóvil, quien harta de ver cómo sus vecinos no acababan de ver la utilidad del ingenio de su marido, montó a sus dos hijos y se fue hasta Pforzheim. Más de 100 km de odisea en la que esta pionera tuvo que hacer frente a un montón de problemas técnicos pero que tuvo tal publicidad que catapultó el negocio de su marido.
