A pesar de llevar más de dos años de exitosa carrera en el mercado el Range Rover Evoque sigue sorprendiendo allí donde va. El vehículo que hizo temblar los cimientos de una categoría reservada hasta aquel entonces a las principales marcas premium europeas se mantiene hoy igual de vigente que entonces. De ello se han encargado sus progenitores que con pequeñísimos retoques en un diseño que ya no necesita presentación, la introducción de nuevas tecnologías y la mejora paulatina en el rendimiento de sus motores han sabido mantener el listón en todo lo alto.
Nuestra unidad de prueba corresponde a la variante Dynamic. Esta versión se sitúa sobre una estructura que pretende dar respuesta a todo tipo de deseos y preferencias imprimiendo un carácter diferenciado a cada una de ellas a través del tratamiento que se le otorga a la imagen exterior y su combinación con la ambientación de a bordo. Pero si ello no fuera suficiente, el cliente cuenta con la posibilidad añadida de configurar mediante diferentes opcionales y accesorios de su elección la apariencia definitiva de su vehículo profundizando en su carácter personalista.
En este caso podríamos asegurar que no le falta de nada. Reconocida como la elección más intrépida, en su figura salpicada de contrastes destaca el color exterior del techo y la carcasa de los retrovisores en combinación con la carrocería, la llamativa presencia que le otorgan las llantas de 19 pulgadas, la fortaleza que le imprimen los exclusivos parachoques y pasos de rueda y la original rúbrica de los LED de luz diurna.
Sin duda, nos encontramos ante la principal manifestación del secreto de su éxito como lo es también condensar todo ese compendio de virtudes e imponente presencia sobre un conjunto de medidas (longitud: 4,33 metros) capaces de no desentonar en ambientes cotidianos que harían que el propietario se arrepintiera de su elección.
Junto a ello, otro de los aciertos fue romper con toda una tradición en Range Rover y ofrecer la opción 4x2 con lo que ello conlleva en términos de agilidad y reducción del peso. La tendencia general establecía un nuevo desafío donde el consumo y las emisiones se convertían en los dos grandes enemigos de la contundencia de sus anteriores propuestas. La respuesta no puede ser más convincente, la disponibilidad de la tracción a las ruedas delanteras junto al motor diésel 2.2 eD4 de 150 CV de potencia y 380 Nm de par máximo dotado de sistema Start/Stop de nuestra unidad pruebas (5 l/100 km / 133 g/km CO2) ofrece el equilibrio ideal en cuanto a rendimiento y prestaciones.
La respuesta desde que se engrana la primera marcha de la caja de cambios manual de seis velocidades es toda una declaración de intenciones. Empujando desde muy bajas revoluciones, gestiona con inteligencia cada situación sea cual sea el escenario en el que se encuentre. Disciplinado alternando con el tráfico urbano, el Evoque saca a relucir su verdadera naturaleza en terrenos menos encorsetados desmelenándose con mesura en autopistas o en carreteras más viradas. Es precisamente en estas donde destaca por un comportamiento absolutamente neutro de la suspensión, prescindiendo de los incómodos balanceos que lastran la conveniencia de este tipo de vehículos con una puesta a punto a la vez firme y confortable.
El éxito de su respuesta corresponde en parte a la interacción de un poderoso sistema de frenos y un amplio recetario de sistemas de seguridad que van desde el control dinámico de la estabilidad, el control de par motor o el control de la tracción hasta otros menos extendidos como el control de estabilidad antivuelco o el asistente de arranque en subidas que ofrecen una contestación idónea a un amplio rango de situaciones.
Y además lujo…
Todo ello ocurre sentando al abrigo de un habitáculo más holgado de lo que se podría intuir viendo su exterior y en el que derivado de su acabado Dynamic se alterna lo sofisticado y lo deportivo. Además dispone de un generoso maletero de 575 litros, capacidad que se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos traseros.
Un ejemplo simple pero elocuente de su nivel de esnobismo es la capacidad de escoger entre una amplia gama de colores la luz LED que ambienta el interior. En este sentido, las posibilidades de configuración en cuanto a los principales procedimientos es amplia. Superada esta etapa uno se puede centrar en disfrutar de una gama completa de soluciones de entretenimiento y confort como el sistema de sonido Meridian con diez altavoces que suena espectacular o el asistente que automatiza las maniobras de aparcamiento y que se integra junto al resto de funciones principales en la pantalla táctil que corona el panel central.
En este contexto los detalles son importantes y el esmerado tratamiento de todas las superficies, el tapizado en cuero o el techo panorámico de cristal oscuro alternando con la persiana eléctrica sólo son un ejemplo más de que no se ha escatimado en un solo detalle que no hable de su carácter exclusivista lo que sin duda justifica su precio que ronda los 41.000 euros.
