El mercado chino continúa aumentado su influencia en los planes estratégicos de todos los fabricantes. Citroën no es ajeno a ello y junto a otras áreas, ha permitido que la firma francesa se embriague de una nueva etapa de bonanza internacional con un crecimiento total del 7 por ciento, y eso sólo en el primer semestre.
Como decíamos, el protagonismo del país asiático es indudable representando más de un cuarto de las ventas de la marca, aumentando sus ventas en un 19 por ciento en este último perido. Una red en clara expansión y el éxito de productos como el C-Elysée y el C4 L han sido claves para cimentar su éxito. Pero el mercado pide más y Citroën prepara una nueva ofensiva con el nuevo SUV C3-XR que será lanzado a finales de este año, como protagonista.
De momento se expone en el C_42 de los Campos Elíseos para celebrar el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Francia y China y destacar las raíces galas de este SUV.
Muy cercano al concept-car que se presentó en Pekín en abril de 2014, este producto del Centro de Diseño Citroën aglutina todos los elementos identificativos de la marca. El confort, tal como indican sus responsables, “es protagonista, gracias a una habitabilidad de referencia, un puesto de conducción espacioso y acogedor y unas suspensiones dignas de las mejores berlinas”. No podía faltar buena parte del catálogo de soluciones de confort y conectividad que acompañan a sus últimos lanzamientos. Nos referimos a tecnologías como el acceso y arranque manos libres, la cámara de marcha atrás o el grip control así como los servicios asociados a la interfaz de Citroën. Desde su lanzamiento estará disponible con el motor THP 160 S&S.
