Luis Monzón y el equipo Auto-Laca Competición no han podido terminar su temporada de montaña de mejor forma: doble triunfo y un nuevo título, el segundo en su cuenta particular este año. Ha sido en las Subidas de Fataga y San Bartolomé que se han celebrado a lo largo de la calurosa jornada de este sábado 16 de septiembre.
Esas altas temperaturas y también las peculiaridades de ambas subidas, fueron un importante reto para Monzón, quien puso todo su empeño para comandar la tabla de tiempos desde los entrenamientos. Finalmente, el Audi no empleó las nuevas suspensiones modificadas por Technoshock, ya que en los test previos no se logró el comportamiento que buscaba el piloto de Auto-Laca.
Con ello, en Fataga se empleó a fondo para poder mantener a raya en su sinuoso trazado a un Enrique Cruz que, como a lo largo de toda la temporada, fue un durísimo rival. En ese pulso de poder a poder entre los dos GT, Monzón acabó parando el cronómetro en 2:57.961 en la segunda manga, un tiempo que le daba el triunfo, el sexto y último del Campeonato DISA de Canarias de Montaña y, además, rebajaba el récord de turismos en esta subida. Se quedaba a sólo unas décimas del absoluto.
Con pleno de triunfos en el regional, tocaba poner el broche en la Subida de San Bartolomé. Allí, sin la rivalidad de Cruz, Monzón se autoimpuso marcar otro tiempo muy rápido, pero no logró rebajar la barrera de los tres minutos a causa de un pinchazo y de un recorrido más bacheado de lo que recordaba. Su 3:00.252, en cualquier caso, también suponía un nuevo récord en Turismos. Sin duda, la mejor forma de poner la rúbrica en el título de Campeón Provincial de Las Palmas de Montaña, otro certamen en el que ha contado sus participaciones por victorias: seis.
Aunque el sabor de boca era inmejorable, Monzón ha explicado que esta doble cita ha sido “aún más difícil de lo que esperaba”. “Desde los entrenamientos confirmé mis sospechas. El R8 es muy ancho y muy largo y, eso, en un recorrido tan sinuoso y con tanta horquilla como el de Fataga ha hecho que pilotara muy incómodo. Además, el asfalto tenía poco agarre, con lo que he sufrido bastante. En San Bartolomé intenté atacar en busca de un tiempo mejor, pero no pude. Los baches descolocaban por completo el coche, de hecho, al llegar a meta en la segunda manga tenía una rueda pinchada. El R8 LMS no ha estado en su hábitat en ninguna de las dos pruebas. En cualquier caso, estoy muy contento de cerrar el año así y de los dos campeonatos”, ha señalado.
Con la misión cumplida en montaña, es momento también de los agradecimientos para el satauteño. “En primer lugar, a Auto-Laca por la confianza que ha depositado en mí. También a Technoshock por haberse implicado al máximo en la evolución de las suspensiones; a Audi Motorsport, que desde el minuto uno de este proyecto ha estado pendiente de nuestras necesidades para adaptar el coche a montaña; y a nuestros patrocinadores, Lopesan, PowerSic, Festina y Ralons Sport, por haber creído en este proyecto. Pero muy especialmente a Ángel Ramos, porque gracias a personas tan apasionadas de este deporte como él se pueden llevar a cabo programas como éste que hemos llevado a término este año”.
