.gif)
Con cuarenta años de bagaje, Ford va con todo a por el segmento B. El Fiesta de sexta generación cubre la práctica totalidad de versiones imaginables para dar respuesta a ese perfil de conductor tan amplio y en permanente evolución que tiene como punto de encuentro esta categoría. Primer coche, familia en busca de un segundo vehículo, clientes con un estilo de vida más activo, jóvenes que priman el estilo sobre cualquier otra consideración... Todos son clientes potenciales de este nuevo Fiesta que Ford España ha presentado en Córdoba.
Hasta allí nos hemos ido para conocer y probar todo aquello que lo hace distinto y mejor que el Fiesta de quinta generación que ha permanecido vigente desde 2008 y hasta ahora. La multiplicación de los frentes que cubre es quizá el gran titular, pero también hay que poner de relieve la revolución que experimenta su interior y la incorporación de nuevos y eficaces asistentes además de componentes que aportan un valor respecto a su competencia como el equipo de sonido B&O Play.
Hay mucho que contar de la nueva línea del Fiesta. Como nos explicó Iván Telesca, uno de sus diseñadores, se proyectó a partir de la parrilla que, aunque difiere en su esquema según versión, mantiene la forma que ya fijó el modelo anterior. Se aprecia evolución también en las líneas dinámicas que aportan volumen al lateral y la espalda se apropia de unas formas horizontales que, dicen, es una tendencia impuesta por las marcas más lujosas. 
En varios frentes
Pero como decíamos, una de las evoluciones más claras del nuevo Fiesta es que, en realidad, su oferta se fragmenta en cuatro variantes que, además, multiplican la presencia de Ford en ese segmento B. Nunca antes la oferta de versiones ha sido tan rica y dispar, porque líneas de acabado y motorizaciones a un lado, este compacto cuarentón ahora le pega a todo.
No es moda ni tendencia. Paz Camarero, gerente de producto en el departamento de Marketing de Ford España, aportó en una de las distintas aulas en las que se dividió esta presentación en la Universidad de Loyola los estudios de mercado que indican cómo los clientes de ese segmento B (el de mayor peso en el global del mercado español) han ido evolucionando. Las necesidades cambian y también las inquietudes, entrando en juego consideraciones como la personalización, la conectividad o la capacidad para reflejar la personalidad de quien está al volante.
La primera variante, por exótica, es la Active, que aproxima el Fiesta al capítulo SUV del catálogo Ford. El contorno de los bajos protegido mediante una moldura oscura, los esquís en acabado metálico delantero y trasero (a juego con el embellecedor de las taloneras), las barras longitudinales de techo, las llantas, el portón trasero con un fondo negro mate y la carrocería elevada son los recursos de estilo que convierten al Fiesta Active en una avanzadilla de esa gama crossover de Ford y que, además, va a replicarse en otros modelos ya establecidos de la marca.
En el otro extremo, la marca del óvalo vuelve a recurrir a la denominación Fiesta Vignale (desde 20.495 euros) para crear una versión de orientación más Premium. Sus códigos son la rejilla satinada y con unos insertos ondulados, los ribetes de los faros antiniebla y un embellecedor en el difusor posterior. A caballo entre ese universo más estiloso y uno más técnico, el Fiesta Titanium (desde 18.145 euros) tiene como gran elemento diferenciador la parrilla con marco y lamas cromadas.
Por último, el Fiesta ST-Line (desde 17.945 euros) realza toda la deportividad latente de cada una de sus líneas para conectar con un perfil de conductor más joven y con otro tipo de inquietudes. El paragolpes delantero se sirve para ello de unos pliegues más marcados y la parrilla adquiere un acabado negro brillante. Tras haber explorado este territorio con versiones especiales del Fiesta, el modelo de 2018 establece ya como una opción del catálogo el decorar techo y retrovisores en un color de contraste. Esta variante hará más corta la espera hasta la incorporación el año que viene del Fiesta ST de 200 CV. La nueva gama Fiesta parte desde los 15.045 euros en su acabado Trend, carrocería tres puertas y con el motor 1.1 Ti-VCT de 70 CV. 
Nuevo enfoque para el interior
Cualquiera que conozca bien las sucesivas generaciones del Ford Fiesta percibe que el modelo que ahora llega es completamente nuevo. El exterior mantiene una coherencia absoluta con la que ha sido la evolución del modelo, pero es en el interior donde el Fiesta de 2018 parte de cero. La consola central renuncia a ese diseño tan moderno y efectista de la anterior generación y se deja llevar por un enfoque más racional y alemán. En ese proceso prescinde también de la mitad de los botones y controles.
Se apuesta por materiales de calidad superior y a superficies de tacto suave para crear un entorno más sofisticado y (dice Ford) “relajante”. Ese reenfoque del interior da pie también a nuevas superficies personalizables en salpicadero y paneles de puertas, aunque según versiones también hay pinceladas de color en los asientos. La variante Vignale es la mejor terminada y elementos como el salpicadero revestido y los pespuntes embellecedores marcan la diferencia.
También permite la colocación de la pantalla táctil flotante de hasta ocho pulgadas (puede ser de táctil de 6,5’’ o a color de 4,2’’, según versiones) que es la piedra angular de su sistema de información y entretenimiento compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
En un momento en el que muchos fabricantes se están aliando con especialistas en el ámbito del sonido de alta fidelidad para ofrecer equipos de audio muy avanzados, Ford ha lanzado un órdago al hacerse en exclusiva con la gama B&O Play de Bang & Olufsen. Cuentan que sus ingenieros se han pasado un año escuchando más de 5.000 canciones de todo tipo de grupos y géneros para chequear que la configuración de este equipo B&O Play de 675 vatios del Fiesta es ideal. Y no sólo independientemente de quién suene; también, del tipo de carretera por la que se transite o si se está atrapado en mitad de un atasco en la ciudad. 
Sus diez altavoces (incluido uno en la consola central y un subwoofer de 20 cm de diámetro en la parte trasera) puede proporcionar una experiencia de sonido envolvente. También lo probamos y, verdaderamente, es alucinante.
El más avanzado
Ford vuelca su bagaje tecnológico en sistemas de seguridad y asistentes en el nuevo Fiesta, que estrena una quincena de dispositivos. El conjunto de asistentes proporciona una ‘visión’ perimetral del vehículo, con lo que se incorpora el Asistente Precolisión con Detección de Peatones (incluso de noche) con frenada automática; un asistente de aparcamiento más capaz (también para maniobras en perpendicular); la alerta de tráfico cruzado; el reconocimiento de señales de tráfico; la alerta al conductor; el detector de ángulo muerto; las luces largas automáticas; el control de crucero adaptativo o la alerta de tráfico cruzado.
Lo más importante es que el asistente de mantenimiento y cambio de carril, el de arranque en pendiente y el encendido automático de luces es de serie.
Al volante, el nuevo Ford Fiesta se siente más robusto. Superior. Su estructura reforzada (un 36% más de acero al boro, soldadura láser, anclajes más rígidos), las vías más anchas (30 mm delante y 10 mm detrás), una distancia entre ejes superior (4 mm) y su dirección, en la que una vez más la marca del óvalo da con la combinación perfecta entre firmeza y confort, son clave.
Pero a esta receta hay que añadirle ingredientes como la barra estabilizadora frontal más rígida y el Control Electrónico Vectorial de Par que aplica los frenos en las ruedas que quedan en el interior de la curva para hacerlo más ágil y estable. Más adelante publicaremos más información sobre las sensaciones que nos ha aportado en sus versiones Vignale y ST-Line, ambas con el motor EcoBoosst de 140 CV.
Ese propulsor de tres cilindros sobrealimentado y de inyección directa está por triplicado en la gama Fiesta de 2018, ya que hay que sumarle los de 100 y 125 CV. La propuesta gasolina se completa mediante el 1.1 de 70 y 85 CV. La diésel TDCi tiene como vértice el 1.5 de 120 CV como complemento del de 85 CV.
