En Motorenlínea.es les hemos contado muchos de los procesos que preceden a la creación de un nuevo modelo. Desde la chispa que desencadena ese proceso hasta las distintas fases que atraviesa el desarrollo de su diseño, incluyendo, por supuesto, la elección de un nombre. Ahora, con la ayuda de Audi, toca ahondar en los controles de calidad y validación que ha de superar desde que se construyen las primeras unidades de las denominadas ‘pre-serie’ hasta que se da luz verde a su producción masiva.
En el caso de Audi, se empieza con las pruebas medio año antes de la fecha establecida para el inicio de la producción del nuevo modelo. Es entonces cuando los departamentos de Desarrollo Técnico y el de Producción disponen de todos los componentes y del software final del modelo. A partir de ese momento hay una carrera contrarreloj para recabar la mayor cantidad de datos en esos seis meses. Para multiplicar ese feedback y ese registro de información, Audi coordina ensayos de conducción en los cinco continentes y en las 17 instalaciones que tiene repartidas en todo el mundo con alrededor de seiscientas unidades ‘pre serie’.
Con este despliegue las pruebas pueden desarrollarse a la vez en una horquilla de condiciones climáticas amplísima. Desde el calor más extremo a las temperaturas más gélidas del planeta y, además, sobre todo tipo de carreteras, con una gran variedad de calidades de combustible y, en el caso de coches eléctricos o enchufables, empleando distintos tipos de infraestructuras de recarga.
Dar la vuelta al mundo 875 veces
Los expertos en pruebas también someten a examen aspectos como la ergonomía del diseño, la calidad de los componentes, la acústica o el correcto funcionamiento de los sistemas conectados. Pero no sólo se emplean conductores con una especial sensibilidad para detectar algún problema; en los ensayos preliminares entran en juego pilotos de todo género, talla, edad, estilo de conducción, etcétera. Sus impresiones son generales y ayudan a valorar multitud de aspectos del coche.
Esos cerca de seiscientos coches realizan, cada uno, entre 50.000 y 100.000 kilómetros y equipan cableado especial y receptores de datos para poder localizar cualquier tipo de anomalía. Cada año, Audi realiza alrededor de 35 millones de kilómetros de test como parte de ese programa de ensayos preliminares a lo largo de, aproximadamente, 700.000 horas de funcionamiento. Esa distancia equivale a dar la vuelta al mundo en 875 ocasiones.
Las pruebas de calidad empiezan antes de las pruebas preliminares y corren a cargo del departamento de Desarrollo Técnico. Su equipo de expertos comprueba elementos electrónicos como los asistentes a la conducción o el sistema de infoentretenimiento y, para ello, los coches emplean una voluminosa instrumentación. Ésta se encarga de registrar las múltiples comprobaciones que, de acuerdo con una lista de tareas, realizan piloto y copiloto de forma sistemática.
Análisis específicos para nuevos dispositivos
Este proceso es especialmente exhaustivo en el caso de coches que, como su A8, estrenan tecnologías muy avanzadas y que incorporan por primera vez a un modelo de producción. En este caso, Audi diseña programas de ensayo específicos antes de su validación en carretera, ya que en esta fase no se aprueban partes aisladas del vehículo, sino el coche al completo antes de ‘mandar a producir’.
Los ingenieros del equipo de Comprobación de Calidad destinaron miles de kilómetros para validar asistentes que suponen un avance hacia la conducción autónoma. Entre ellos, el de aparcamiento inteligente, para el que aparcaron el A8 miles de veces en todo tipo de condiciones y dimensiones y orientación de la plaza de estacionamiento.
La digitalización ha obligado a las marcas a ampliar esos controles de calidad y validación. De hecho, otras dos herramientas que no pueden faltar en este proceso son el teléfono inteligente y la tarjeta SIM. La acústica es otra área de análisis que corre a cargo del Departamento de Garantía de Calidad de Audi, cuyos expertos tienen sus sentidos entrenados para detectar ruidos y vibraciones durante la conducción.
La electrificación de los sistemas de propulsión ha supuesto un nuevo reto para el personal de Acústica del Vehículo. Sus técnicos emplean nuevos instrumentos como una cabeza artificial equipada con dos micrófonos de alta sensibilidad que simulan el oído humano o un acelerómetro. Todo, para detectar fenómenos sonoros intrusivos y que pueden hacer mella en el confort acústico que se espera de todo Audi.
80 terabytes de datos
El volumen de datos que ha de procesar el Departamento de Garantía de Calidad de Audi es tal que, durante la fase de validación del nuevo A8, precisó del registro de 80 terabytes de datos. Toda esa información se analiza de forma continua y automática en busca de un error que, posteriormente, se analiza por parte de los expertos de este departamento antes de corregirlo y comprobar su efectividad mediante pruebas adicionales.
Aunque pueda parecer extraordinariamente farragoso y complejo todo este proceso de validación, el uso por parte de los expertos de calidad de la aplicación CarPad lo ha agilizado considerablemente. Con ella, el conductor selecciona la función a validar y muestra su calificación de forma táctil. Esta ‘app’ sincroniza de forma automática los datos introducidos por parte de todo el personal de validación.