El sector de la automoción ha perdido uno de los empresarios que han hecho de este ámbito de la economía canaria lo que es hoy. Sergio Alonso Reyes, presidente del Grupo Domingo Alonso, falleció este pasado domingo a los 77 años. Su legado es tan grande como el vacío que deja su marcha.
Para empezar, porque ha estado al frente de una empresa, Domingo Alonso, que bajo su tutela evolucionó hasta convertirse en un holding presente en mercados internacionales (África, Sudamérica y Portugal) y que, sin perder nunca de vista la obligación de diversificar el negocio, es, hoy por hoy, uno de los importadores privados de vehículos más importantes de Europa.
Tras las últimas incorporaciones, bajo su manto están marcas como Honda, Hyundai, Ducati, Audi, Skoda y, por supuesto, Volkswagen, fabricante de la que esta empresa es importador desde 1953. Sólo tres empresas en todo el mundo mantienen una relación más prolongada en el tiempo con Volkswagen que Domingo Alonso.
No es casualidad que Alonso Reyes fuera distinguido con el pin de brillantes del fabricante alemán, ya que, además de haberse convertido en un importador referencia en volumen de negocio, expansión y nivel de especialización, se formó en su central de Wolfsburgo a finales de la década de los cincuenta del pasado siglo. Regresó con 22 años para comenzar su ascenso por todos los departamentos de la empresa de su padre y fue a mediados de los setenta cuando cogió el timón de ésta.
Esa formación ha servido de modelo para sus hijos Óliver Alonso y Claudio Alonso, ambos, consejeros delegados del grupo. Su tercera hija, Evelyn Alonso, es arquitecta y ha sido responsable de las instalaciones que son buque insignia de la empresa tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en Santa Cruz de Tenerife. De hecho, una de las últimas apariciones públicas de Sergio Alonso se produjo en la presentación de la remodelación del cuartel general que el importador tiene en la capital grancanaria. “Tenemos que visualizar nuestra evolución y esta es una forma de hacerlo. Esto es resultado de nuestro trabajo, y cuando digo nuestro es de todos los que componemos el grupo”, dijo entonces.
En la actualidad, Domingo Alonso Group abarca el sector de la automoción, el de servicios y las nuevas tecnologías, está presente en más de una veintena de mercados internacionales y su plantilla sobrepasa la barrera de las 1.500 personas. Relevo generacional de la empresa que fundó su padre en 1935, el vacío que deja tras de sí Sergio Alonso pesa desde hoy también en la esfera social canaria. Prueba de ello es el aluvión de reacciones y muestras de condolencia que se han sucedido tras conocerse su fallecimiento.
La FSG, otro de sus legados
Fundador del Círculo de Empresarios de Gran Canaria, componente del comité ejecutivo de CEOE Las Palmas, presidente del consejo asesor de BBVA Canarias, Alonso recibió a lo largo de su dilatada trayectoria profesional numerosos reconocimientos. Entre ellos, el de hijo predilecto de Las Palmas de Gran Canaria (2011), el de emprendedor del año 2004 en Canarias por parte de Ernst & Young; o el pin de brillantes de Volkswagen AG.
Otro ejemplo de la magnitud de la figura de Sergio Alonso es la fundación que lleva su nombre y cuyos principios fundacionales coinciden con muchas de las cualidades que quienes lo tenían por amigo subrayan de él: promover el pensamiento crítico y los valores cívicos y éticos. Esta ramificación del Grupo Domingo Alonso también había puesto el foco en la educación y la investigación y a lo largo de 2017 firmó convenios de colaboración con cerca de una veintena de entidades por valor de 139.256 euros.