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La marca alemana sigue inmersa en ese torbellino de lanzamientos que les llevará, en breve, a tener una gama totalmente renovada y adaptada al nuevo ADN que estrenó el Golf y que poco a poco ha ido empapando todo su catálogo. El último en asumir ese nuevo lenguaje de diseño es el Sharan, el monovolumen de Volkswagen que, como principal cambio, asume su condición de vehículo de gama alta.
Es el más familiar de todos, por encima de otros monovolúmenes como el Golf Plus y el Touran y no sólo en tamaño, también en peso específico de su equipamiento. Su imagen exterior ha corrido a cargo de Walter de Silva (jefe de diseño del grupo) y Klaus Bischoff (su homólogo en Volkswagen) y aunque no han hecho más que adaptar el Sharan a ese nuevo estilo característico de la actual generación de modelos, ambos pusieron todo su empeño para darle un aire más fresco y desenfadado.
Se acabaron los monovolúmenes aburridos y planos y aunque hay un paralelismo indiscutible con su primero hermano, el Seat Alhambra, ese ADN logra crear una identidad propia en el frontal y, en menor medida, en la trasera del Sharan. Lo más llamativo y de lo que más presumen en Volkswagen es de su perfil aerodinámico, tanto que aseguran que es el más eficiente del mercado a la hora de cortar el viento. Pero en un vehículo familiar como éste, los clientes buscan espacio y funcionalidad, de manera que lo verdaderamente importante es que al crecer 22 centímetros en su longitud total (4,84 metros), la generación de 2011 es mucho más espaciosa.
Este estirón ha hecho posible ubicar sin trucos ni artificios una tercera fila de asientos que eleva, de serie, hasta siete plazas la capacidad del Sharan. Y para facilitar su acceso, las puertas pasan a ser correderas, con la consiguiente ventaja a la hora de aparcar en lugares estrechos. Para los más comodones, hay un extra de equipamiento que permite la apertura eléctrica de estos portones, mecanismo que incluye un sistema de protección anti aprisionamiento y que garantiza la seguridad de nuestros invitados a la hora de entrar o salir del coche.
En esa misma línea, la de la funcionalidad, el Sharan convence con sus 33 huecos portaobjetos distri
buidos por todo el interior. A propósito de la cabina, las herencias de grupo han privado tanto al Sharan como al Alhambra de Seat de una línea individual y diferenciada, pero el resultado es el mismo: un interior bien terminado, intachable desde el punto de vista ergonómico y con un aire de calidad muy superior al del anterior modelo.
Antiguamente muchos modelos que presumían de la capacidad de adaptar su interior a las necesidades del propietario olvidaban el pequeño detalle de hacer más sencilla esa transformación. Muchos usuarios renunciaban a variar la distribución de los asientos porque eso implicaba tener un sitio para guardar los sobrantes, además de jugarse los riñones en la maniobra. El Sharan se apunta un tanto aquí con el nuevo concepto de asientos EasyFold que permite ganar espacio de carga sin necesidad de desmontar ningún asiento. Sólo accionando un sencillo mecanismo banquetas y respaldos de la segunda fila quedan plegados a ras de suelo. Abatiendo la tercera fila con una sola mano, se dispone de una superficie de carga plana de 1,3 metros de longitud y un volumen de hasta 2.430 litros.
Tres motores y tracción total
La tercera generación del Sharan llega a Canarias con tres motores, dos diesel y uno de gasolina. Estas tres mecánicas turbogasolina de inyección directa (TSI) y turbodiésel (TDI) son ahora hasta un 21 por ciento más ahorradores en comparación con los motores de la generación anterior. Todos los motores vienen equipados de serie con el sistema BlueMotion Tecnologies.
El 1.4 TSI ofrece una potencia de 150 CV, mientras que las potencias de los 2.0 TDI son de 140 CV y 170 CV. Estos motores diesel se pueden adquirir con cambio manual o cambio automático DSG de seis velocidades. A partir del mes de junio llegará una variante con tracción total 4Motion, convirtiéndose así en el primero de su categoría con esta opción.
En cuanto a líneas de equipamiento se mantiene la subdivisión Comfortline y Highline, ambas con elementos de serie como el climatizador automático de tres zonas, el asistente de acceso EasyEntry para la tercera fila de asientos y un dispositivo de aviso del cinturón de seguridad con alarma acústica y visual para las plazas traseras. El umbral de acceso a la gama incluye llantas de aleación ligera, barras en el techo en color negro, insertos cromados, freno de estacionamiento eléctrico con función Auto Hold y sensores de aparcamiento. El Sharan Highline añade unas llantas de 17’’, barras cromadas en el techo, asientos calefactables deportivos con tapizado en alcántara o volante multifunción revestido en cuero.
Entre los opcionales más interesantes está el asistente de luces de carretera para optimizar la iluminación de calzada y arcén (Light Assist y Dynamic Light Assist), el techo panorámico corredizo, tapizado en cuero o el dispositivo de acceso sin llaves Keyless Entry. Su precio parte desde los 27.700 euros.
